Crítica del nuevo álbum de H.E.A.T. II. El renacer de la banda!

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H.E.A.T. regresa a lo grande con su nuevo trabajo «II» y que estará disponible a partir del 21 de febrero… ¡y que sin duda es una auténtico Discazo!

H.E.A.T. ha vuelto. Tras dos discos, sobre todo el último, bueno, ya penúltimo, Into The Great Unknown, en los que sacaron un pie fuera del tiesto, innovando y experimentando, los H.E.A.T de siempre, los de las melodías, los de los ritmos pegadizos, esos chicos jóvenes de los ochenta, están de vuelta. ¡Y cómo lo celebramos!

Heat ii portada - rock and blog

El disco, llamado II, y al que yo hubiera llamado Resurrection, si se me permite, está estructurado como un buen concierto, un torbellino al comienzo, desde la canción una a la siete, ese espacio de tiempo para recuperar, que lo ocupan las canciones ocho y nueve, y un final de nuevo, canciones diez y once, por todo lo alto, caña melódica por todos los lados.

II es puro ritmo endiablado, tiene bases rítmicas machaconas y contundentes, guitarras, quizás más duras y protagonistas que en sus dos discos anteriores, unas teclas y coros nada empalagosos y sí muy eficientes, y una voz, ¡qué voz!. Si Crash, Dave Dalone, Jimmy Jay o Jona Tee no te habían enganchado todavía, ya se encarga Erik Gronwall de ponerte en tu sitio, mantenerte alerta y dejarte con la boca abierta.

Rock Your Body es el regreso a Adress The Nation, a esos primeros temas con el cantante «nuevo», frescura, riff bien marcado, protagonista, y estribillo fácil, contundente y con enganche cien por cien. ¡El regreso!

Batería más que variada, aéreos, cambios, cencerros, fuerza, caña y rapidez. Estribillo, de nuevo, brutal, y gran solo de guitarra, son las características Dangerous Ground. ¡Canción diez!

Come Clean, con teclas más intensas, las que mandan en las estrofas, y con juego de cambios de tono y un estribillo altísimo en las voces. ¡Lección!

Victory, con doble solo, de teclas primero y guitarra después, y con un estribillo, si me permitís, a lo rollo jevi de este alemán de batallitas buenísimo. ¡Hell yeah!

We are Gods, ritmo machacón y contundente, con Erik de jefe, dominando. ¡Los putos amos!

Adrenaline. Con los ohohohs tan característicos de este rollo, tan necesarios, tan imprescindibles y que no les han hecho falta hasta ahora. ¡Ohohoh!

One By One. La definición de H.E.A.T. y del Hard Rock Melódico. ¡A cantar!

Tras semejante chute de adrenalina, vamos a descansar, a relajarnos. Nothing To SayHeaven Must Have Won An Angel son esencia H.E.A.T pero bajando el pistón, la primera, balada, y la segunda, un medio tiempo, más acorde a ese último tema que hasta ahora ponían en sus discos. ¡A abrazarse!

Y llega el final del bolo, caña de nuevo, Under The Gun, con unos pasajes de batería buenísimos, y unas guitarras dominantes en el estribillo, marca de la casa.

Rise es el final, y no el final con el que nos tenían acostumbrados en sus anteriores trabajos, lento, tranquilo. La canción tiene ese contraste entre calma, que puede tener el puente, y fuerza, que tiene el  estribillo. ¡Todos a gritar Rise!

Discazo, que por cierto, sale el día 21 de febrero de 2020, guardaos ese fechas, de unos de mis favoritos. Por favor, ¡seguid así, no cambiéis!

Una cosa, ¿os he dicho alguna vez que me voy a nacionalizar sueco?

Reseña de Ape Navarro

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H.E.A.T. ha vuelto. Tras dos discos, sobre todo el último, bueno, ya penúltimo, Into The Great Unknown, en los que sacaron un pie fuera del tiesto, innovando y experimentando, los H.E.A.T de siempre, los de las melodías, los de los ritmos pegadizos, esos chicos jóvenes de los ochenta, están de vueltaCrítica del nuevo álbum de H.E.A.T. II. El renacer de la banda!