Crónica del concierto de Human Zoo en la Sala Live de Madrid el pasado 3 de marzo de 2018. ¡¡¡La dureza, y la soledad, del Rock!!!
Todo es bueno en esto del Rock, o de la música en general, y desde los dos puntos de vista, el del receptor: te envuelve, te encandila, te atrapa, te relaja, te alegra, te evade, y el del creador, o el del emisor: te evade igualmente, te enorgullece, cuando creas y cuando representas, te hace pasarlo espectacular y te completa como persona.
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Todo es bueno, insisto, aunque cuando vayas a ir a un concierto, y ya seas el que interpreta, o el que escucha, veas que apenas hay público, y que el ambiente es frío, frío.
Y, ¿qué hay que hacer cuando esto pasa? Pues desde mi humilde punto de vista, hay que apretarse las pelotas, dar un grito, e ir a por todas. El que toca, para que todo el trabajo que lleva acumulado a sus espaldas, no quede en saco rato, y el que va a ver, y a escuchar, que ese ambiente no te lleve abajo y haga que se tuerza la cosa. Además esto es un equipo, si todos damos todo, al final la cosa sale.
Justo esto es lo que vivimos, y sentimos, ayer en la sala Live de Madrid unos pocos privilegiados, cuarenta diría yo. Vimos una banda profesional, entregada, concentrada, y un público, que si bien al principio estaba como el día, frío, poco a poco, y gracias a Human Zoo, acabaron bien calientes y disfrutando.
Todo empezó con Strangers, que cuentan con muchas batallas a sus espaldas, y casi siempre bajo la dureza que supone abrir el show. Estuvieron como siempre, bien, desplegando ese hard rock con tanta clase que tienen, y en el que destaca Miguel, ¡cuánta clase tiene el jodío!¡qué gran guitarrista! y Abel, el batería, ¡qué pegada tiene! Además, esta velada fue especial, ya que tuvieron como invitados a Boris Matakovic, saxofonista de Human Zoo, y Celia Barloz, que participaron en sendos temas, lo que hizo que la noche fuera distinta.
Tras la buena actuación de los madrileños, el escenario empezó a adecentarse para la actuación de los protagonistas de la noche, los germanos Human Zoo. Me sorprendió que se trajeron sus “cacharros”, algo que no me esperaba, normalmente, cuando las bandas son, por desgracia, minoritarias, se suele venir con lo puesto.
Cuando salieron al escenario Zarko Mestrovic, teclista, Kevin Klimesch, batería, Ralf Grespan, bajista, Ingolf Engler, guitarra, y Thomas Seeburger, cantante, y ver cómo subieron, y como se comportaban, hacia ver que el que tengan poco enganche no les preocupa, y que da igual tocar para 40 que para cuatro mil, hay que darlo todo.
Y así fue. La primera parte del bolo, en la que sonaron One Direction, Raise Your Hands, en la que ya apareció Boris Matakovic, saxofonista, Love Train y Fall In Love, sonó sin dudas. Se veía bien que ellos estaban en su burbuja, como si estuvieran tocando en Wembley, tocaban como una locomotora, constantes, a ritmo. Ese Hard Rock tan fresquito, con buenas melodías, sin estridencias, en el que nadie destaca, nadie es virtuoso, pero todos son competentes, fluía por la sala y llenaba tus orejas. Y ese Saxo, tan original, novedoso, y arriesgado, no es un instrumento del Hard Rock, hacía que el concierto fuera diferente.
Con My Own Illusion, en el que te das cuenta de lo que mola el saxo, y lo bueno que es el batería, menudo doble bombo se curra, se tomaron la licencia de romper con el guion y el tempo, e interactuar con el público, al que hizo cantar. El respetable no se cortó, asumió el reto y acompañaron a la banda, que notó que estaba ante una buena audiencia, estaban felices.
En The Answer vimos otra lección del batería. En Like a Bitch, una de sus mejores canciones, que las buenas melodías, y los estribillos pegadizos, aunque no se conozcan, siempre tienen éxito. En Communicate, lo exigente que esa canción a nivel vocal y lo bien que la defiende Thomas, es un gran cantante y además demuestra muy buena actitud, es un buen frontman, siempre al frente y sin ausentarse, participando, con sus bailes, en esas partes en la que él no es protagonista.
In The Rain fue la balada de la noche, que comenzaron tocando solo el teclas y el cantante, mientras el batería, jugaba a agitar su móvil, con la linterna encendida, como si de un mechero se tratara, hasta que entra a tocar él y el resto de la banda, y demostrar que también tienen muy trabajados los coros, siendo lo mejor del tema, sin duda.
Tocaron Here I Go Again, de Whitesnake, algo que no comparto, aunque sí entiendo, hacer una versión hace que ganes de nuevo la atención del público, por si con la balada se había perdido algo. Pero desde mi punto de vista, hay canciones originales suficientes, y con caña, para tocar. Además, aunque a día de hoy Thomas está mejor que Coverdale, se demuestra quién fue el Gran Coverdale y que solo él sabe cómo cantar bien este tema.
El bolo lo acabaron con Taste Like Sugar y Crowd`s On Fire, para salir de nuevo tras apenas un minuto,para hacer los bises, Gimme Your Time y Over The Horizon, con el que dieron por concluido el show. Un show que aunque fue corto, y en el que faltaron temas de calado que tienen, como Rock Your Town, Hit The Rock o Creatures Of The Night, tuvo mucho mérito e hizo que salieras con un sabor agridulce, ¡qué bien lo he pasado pero qué pena que hayamos sido tan pocos! Ojala vuelvan, con más apoyo, y con más tiempo. Seguro que nos dan un bolo mejor.
Setlist del concierto de Human Zoo en la Sala Live de Madrid
- One Direction
- Raise Your Hands
- Love Train
- Fall In Love
- My Own Illusion
- The Answer
- Like a Bitch
- Communicate
- In The Rain
- Here I Go Again
- Taste Like Sugar
- Crowd`s On Fire
- Gimme Your Time
- Over The Horizon
