Hoy en Rock and Blog analizamos el último álbum de Black Paisley, “Late Bloomer”
Black Paisley es una banda de Estocolmo (Suecia) formada por una serie de prestigiosos músicos de estudio de aquella tierra que, además, tenían una banda de versiones llamada Stephmetal. La necesidad de sacar a la luz material propio les hizo ponerse manos a la obra en otoño del 2014, y a lo largo de estos tres años han conseguido, por fin, que su primer lanzamiento vea la luz.
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El proceso de grabación de «Late Bloomer» ha sido largo
El disco fue grabado poco a poco durante estos años en diferentes estudios, cuando su agenda se lo permitía, ya que, como he comentado más arriba, son músicos muy reputados y solicitados en su país.
La banda la forman Stefan Blomqvist (cantante y guitarrista), Ulf edin( guitarra), Jan Emanuelsson (bajo), Robert Wirensjö (teclista), mientras que de las baterías se encargaron Robert Karaszi y Mikael Kerslow.
Pese a ser grabado a lo largo de tres años en diferentes estudios, la mezcla y masterización final a cargo del ya fallecido Mats Lindfords (Talisman, Norum…) le da un muy buen empaque a todo el conjunto de canciones, consiguiendo un resultado compacto y unido en cuanto a producción se refiere. Muy buen trabajo el de Mr Lindfords.
Profundizamos en «Late Bloomer» de Black Paisley
En cuanto al contenido del disco en sí mismo, las nueve canciones que lo componen se dejan escuchar muy bien y suenan fantásticamente, aunque también es cierto que no es un trabajo que vaya a pasar a la historia, ya que es bastante irregular.
En “Run, run, run”, “Kickin’” y “Ordinary day” sacan su vena más Hard, recordando horrores a los grandiosos Uriah Heep actuales, los capitaneados por Bernie Shaw y el inmortal Mick Box. “Ordinary day” es de largo, mi canción favorita del disco. Me encanta.
“Way to something” y “This is my day” son dos canciones descaradísimamente pensadas para las radios. Canciones que, bajo mi punto de vista, hacen bajar el listón general de ésta ópera prima.
La cosa mejora bastante con “Easy” y “Ain’t it over”, donde dejan ver su pasión por el Rock americano de raíces de Dios Tom Petty o de los geniales y más actuales Blackberry Smoke o Steepwater Band.
Su lado más sensible y tranquilo lo sacan con las dos baladas del disco, “Autumn” y “Coming home”. La primera está muy bien, con un muy buen trabajo de guitarras y teclado, mientras que la segunda peca una vez más de intento de comercialidad excesiva.
Conclusión
La conclusión que saco es que han intentado, y conseguido, dejar ver unas cuantas de sus influencias musicales, y que son, sin duda alguna, muy buenos músicos. También han conseguido un sonido y producción muy buenos, pero las canciones, salvo alguna excepción, no están a la altura que deberían estar.
