Review del último trabajo de W.E.T. titulado «Earthrage» que verá la luz a través de Frontiers Records el próximo 23 de marzo de 2018.
¿Cuántos años tienen que pasar entre disco y disco de una banda? ¿Cuatro? ¿Cinco? ¿De año en año?
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No hago esta pregunta pensando en lo que se tiene que tardar en construir un disco, si no desde el punto de vista del fan, cuánto más tiempo pase, más ganas se tienen de que esa banda haga algo nuevo, más impaciente se está, y así, cuando sale, lo recibes con más ilusión, con las orejas más abiertas. ¿El que pase tanto tiempo asegura calidad? Tampoco hay correlación directa entre tiempo y calidad, pero también es verdad que las cosas con tiempo se meditan y se analizan más.
W.E.T. con su disco Earthrage, que saldrá el próximo día 23 de marzo de 2018, vía Frontiers, es de los que piensan que es mejor ir dejando el tiempo pasar entre disco y disco, y me aventuro a decirlo que lo hacen por dos razones, una, porque, como todos sabemos W.E.T, más que una banda es un proyecto, cada uno tiene su trabajo oficial, y será difícil ajustar agendas, y dos, porque esto del Hard Rock Melódico hay que hacerlo bien, bien, con todo detalle, para no empalagar.
Con esto último no quiero decir que hayan tardado cinco años, los que han pasado desde Rise Up hasta Earthrage, en editar el disco, estoy seguro de que es tanto el talento que tienen que se habrá hecho en poco tiempo, pero sí que tienen claro que W.E.T. tiene que ser ese grupo puñal, que penetra rápido, cala hondo, desaparece, y deja huella.
Y, ¡vaya si saben cumplir su misión!, Robert Sall, ¡dame una W!, Erik Martensson, ¡dame una E!, y Jeff Scott Soto, ¡dame una T!, y junto a Magnus Henriksson y Robban Bäck, lo han vuelto a hacer, Earhrage, lo digo ya, ¡es el mejor disco de Hard Rock Melódico del año 2018!, y, ¡ojo!, que estamos en marzo y queda mucho por venir… ¡ahí lo dejo!
Y no lo digo, lo quiero dejar bien claro ya, por la debilidad que siento por Soto, uno de mis ídolos de toda la vida, al que considero, además de uno de los mejores cantantes de la historia, como el tío más trabajador, infatigable, y por Erik, ese diamante que por mucho que talles, tiene, y tendrá quilates de Rock por doquier, del estilo que quieras, y un talento a la altura de los más grandes.
Earthrage, y sus 11 temas, es, todo él, melodía pura, es contundencia, es calidad, es clase, son coros, son riffs, es base rítmica potente y como un reloj. En definitiva, magia.
Todo empieza con Watch The Fire, en el que lo primero que sorprende es que comienza cantando Erik, con esa fuerza, energía y mala leche que trasmite, para luego aparecer Soto, con esa calidez, calidad y dominio, para convertir el tema en un dueto delicioso, mientras la línea de bajo, y la batería, les acompañan. El estribillo ya nos marca de qué va a ir este disco. ¡¡¡A cantar!!!!
Burn, continúa con la misma inspiración, melodía y línea de bajo machacona y a ritmo, ¡pam pam, pam!
Se nota el protagonismo que tiene el bajo, que toca Martensson, y que será así en todas las canciones. Es un bajo muy parecido, sí, pero se escucha bien, algo que echo de menos en muchas producciones, y que así debe ser, y que da mucho empaque a los temas.
Kings Of The Thunder Road tiene unas guitarrazas, increíble Magnuss, para mí uno de los mejores guitarristas del momento, y un estribillo coreable 100%, muy dinámico y lleno de encanto y coros, sobre todo el del final, cuando se unen voces y guitarra.
Elegantly Wasted es un medio tiempo muy elegante, en el que van hablando voces y guitarras durante las estrofas. Las teclas me recuerdan a los violines del Nothin But Love de Mr. Big. ¡Nada!, idas de olla mías…
Urgent es el tema del disco, porque el estribillo, además de ser pegadizo a más no poder, te sorprende por cuando entra, así de repente, es muy original, porque tienen mucha fuerza y contundencia y porque la base rítmica aquí va a piñón, machacona.
Con Dangerous seguimos a ritmo con batería y bajo, mientras una melodía magistral termina en un estribillo más melódico todavía, encantador, que te envuelve, y acaba con Soto, él solo, avisando, «eres peligrosa». Además, tiene mucho coro “¡ohohoh!” contagioso, no te queda otra que cantar.
Calling Out Your Name, tras la intro, me recuerda a Eclipse, supongo que será algo inevitable, dos miembros, por no decir tres, si contamos a Robban, vienen de ahí.
My Heart Is On The Line nos invita a cantar. Hasta esta canción, balada, balada, y como tal, empalagosa, te engancha. Hay frases en las que Soto clava las notas más graves. Todo el mundo alaba los gritos, los chillidos, las notas altas, pero, ¡ojo, a lo difícil que es llegar a las profundidades de tu garganta!
I Don’t Wanna Play The Game es más de lo mismo, melodías por doquier, gran base rítmica, teclas que rellenan de manera magistral y grandes guitarras, con un solo, me la juego, sabiendo que me voy a equivocar, ahora en un estudio se puede hacer de todo, que está tocado con una guitarra tipo Grestch, lo que da un toque tan distinto y original que hace que sea una canción distinta.
El disco acaba con The Burning Pain Of Love y The Neverending Retraceable Dream, dos temas que te envuelven, con sus estribillos, sus teclas, sus coros, su base rítmica y con sus guitarras, como lo hace ese abrazo de esa persona que te da calor y cariño. Son toda una lección de lo que es el Hard Rock más melódico.
Y, ¡qué nos queda por decir!, datos técnicos, únicamente, Magnus Henriksson, toca la guitarra, Robban Bäck, la batería, Robert Säll, los teclados, además de componer, Jeff Scott Soto, canta, además de componer, y Erik Martensson, compone, canta, toca el bajo, las guitarras, las teclas, lo produce, lo mezcla, lo masteriza, y lo graba en sus estudios.
Así es Earthrage, W.E.T. cien por cien, aunque también con una base rítmica más fuerte y con las guitarras más afiladas y con riffs más heavies. Sin duda, será una referencia y un básico en la discografía de los rockeros más melódicos. ¡Enhorabuena!
Review de Ape Navarro (@Ape_Navarro)
