Crítica de “From Zero”, el nuevo álbum de Linkin Park. Una mirada profunda a su regreso con nuevos integrantes, incluyendo a Emily Armstrong, y su apuesta por una evolución sonora en el Nü-Metal
“Antes de LINKIN PARK, el nombre de nuestra primera banda era XERO. El título de este álbum hace referencia tanto a este humilde comienzo como al viaje que estamos emprendiendo actualmente. En términos sonoros y emocionales, se trata del pasado, el presente y el futuro: adopta nuestro sonido característico, pero es nuevo y lleno de vida. Fue creado con un profundo aprecio por nuestros nuevos y antiguos compañeros de banda, nuestros amigos, nuestra familia y nuestros fans. Estamos orgullosos de lo que LINKIN PARK se ha convertido a lo largo de los años y entusiasmados por el viaje que nos espera”. Este es el mensaje oficial de su sitio en Internet para el recibimiento de este nuevo álbum que lleva el nombre de “From Zero”.
El resurgir de una banda después de que un miembro clave e importante ha fallecido es casi inasequible y trae consigo bastante exacerbación por parte de sus seguidores. Pero antes hay que reunir a los miembros junto a un nuevo par de componentes: la primera, una nueva vocalista femenina, Emily Armstrong, y el baterista Colin Brittain, que además trabaja en la coproducción. Junto a ellos, el resto de músicos: el vocalista Mike Shinoda, también coproductor; el DJ y director de la parte visual Joe Hahn; el guitarrista Brad Delson y el bajista Dave Farrell.
Era el mes de julio del año 2017 cuando Chester Charles Bennington se inmoló, siendo un infortunio adverso para lo que sería su séptimo disco, “One More Light”, especialmente en el aspecto de sus presentaciones en directo, ya que el álbum había salido al mercado dos meses antes del desdichado suceso. Siete largos años han pasado para que la banda reemprenda sus quehaceres en el mundo del metal alternativo, encaminando este nuevo proyecto, “From Zero”, como una etapa actual y moderna sin perder su esencia.
Las comparaciones con la nueva cantante generan antipatía en muchos seguidores, bajo la percepción de que se trata de una sustitución del fallecido ídolo. Además, Emily Armstrong enfrenta controversias por su asociación con el actor y DJ Danny Masterson, condenado por crímenes graves, y por sus conexiones con la Cienciología, una doctrina que predica que los humanos son seres espirituales inmortales que han olvidado su verdadera naturaleza. Estas circunstancias complican aún más la aceptación de la cantante.
Pese a estos antecedentes, “From Zero” resulta interesante y melancólico. La banda articula a todos sus integrantes, especialmente la voz femenina, para mantener su identidad en el Nü-Metal con destacadas aptitudes y condiciones. Después de un fructífero letargo, cada pista se posiciona en una sucesión cíclica que dota al álbum de coherencia. Su instrumentación alcanza una adaptación magnífica, incluso frente a sus detractores, que podrían considerar este trabajo como conservador, aunque sustentado en sus bases métricas armónicas.
La evocación a sus álbumes previos es un hecho indiscutible. Sin sobresaltos que los alejen de su esencia, LINKIN PARK logra mantener su identidad, aunque se permita ciertas exploraciones en algunas canciones. Si somos justos y dejamos de lado los prejuicios, podremos disfrutar de una producción de una banda que ya es legendaria desde los inicios del siglo XXI. En “From Zero”, encontraremos temas que revitalizan a la banda en su cúspide, mientras otros reflejan una evolución madura y diferenciada.
Tracks destacados:
1. “From Zero (Intro)”: 22 segundos de armonía vocal en tonos cándidos, culminando en una charla deliberadamente inconclusa.
2. “The Emptiness Machine”: Acordes ligeros y una línea vocal fina junto con una base apasionante que mantiene la esencia de la banda, con la incorporación acertada de Emily Armstrong.
3. “Cut the Bridge”: Percusiones marcadas por Brittain, con el rap enérgico de Shinoda. Se perciben influencias punk en una dinámica vibrante.
4. “Heavy Is the Crown”: Los sonidos grabados son la base de este tema, combinados con un rap contundente pero sereno, y un prototipo inconfundible de la banda.
5. “Over Each Other”: Innovación y sutileza con una voz femenina que aporta versatilidad, sonando a otras bandas actuales sin perder la identidad.
6. “Casualty”: Más agresiva, con un aumento de intensidad en voces y distorsiones. Destacan los graves de Farrell y los samplers de Hahn.
7. “Overflow”: Un corte experimental con predominio de sonidos grabados y un solo de guitarra exultante de Delson.
8. “Two Faced”: La esencia de LINKIN PARK se hace palpable con un dueto vocal que evoca el Nü-Metal clásico.
9. “Stained”: Similar a la anterior, con mayor protagonismo de Armstrong y un coro femenino que estructura la pieza.
10. “IGYEIH”: Gritos desgarradores de Armstrong y un riff poderoso de Delson.
11. “Good Things Go”: Balada nostálgica con arpegios de guitarra y voces cautivadoras, que dejan un mensaje de consuelo y reflexión.
Insustancial o simple pero sugestivo y atrayente en ambas situaciones, LINKIN PARK inconscientemente desea tomar un mismo trayecto pero con una orientación un poco disuadida por su actualidad, desfigurándose en un cambio esperado, nunca más serán los de antes como nos sucede a todos, cada segundo que pase nos hace discrepantes. «From Zero» es el fundamento o esencia de una nueva banda con un nombre que pesa demasiado, esto es casi frecuente en el mundo del Metal Extremo, en bandas que pierden miembros y continúan con la misma denominación aunque los miembros seas otros, podríamos mencionara por lo menos media docena de ellos que existen o existieron.
LINKIN PARK incita a las confrontaciones por querer equiparar su pasado con el presente y el futuro de su quehacer. Los símiles son un balance de lo que nos quieren seguir demostrando, nunca es es el mismo que antes, nunca. Los suceso aglutinantes han empujado a la banda estadounidense a continuar con su labor con los objetivos que ellos desean pero que nosotros somos quienes consideremos sentenciar y apreciar. Tenemos ahora un dueto de voces genéricas que enriquecen las tonadas y compases de estas nuevas producciones que pueden ser fervorosas como cargadas de escarnio. Pero hay que reconocer que nos dan el encanto y fascinación de LINKIN PARK con la suficiente variación para sustentar su insidioso estilo, con una sucesora capacitada para llegar al aprobado y sin necesidad de parangones o semejanzas.
Con «From Zero», consiguen convencer a los entusiastas de la banda, algunos ya la abandonaron o se quedan en sus franqueos, pero es indudablemente una oportunidad de atraer a nuevos entusiastas que como en aquel inicio quedaron fascinados por estos ritmos estridentes y estrepitosos de una agrupación que continua siendo ostentosa. LINKIN PARK continua con su semblanza.
Crítica de Pepem Cortez