Crítica de LOS CADELZO “EN LOS CAMINOS PERDIDOS” (2020)

LOS CADELZO se estrenan con este disco “EN LOS CAMINOS PERDIDOS” que lejos de un debut parece más el trabajos de una banda bien asentada

Desde las Islas Afortunadas llega la banda LOS CADELZO con un discazo bajo el brazo que seguro va a dar que hablar y que esperamos sea la base de un futuro prometedor.

Sobre la banda LOS CADELZO

Los Cadelzo es un grupo de rock procedente de Tenerife que, tras haber publicado un primer EP a principios de este fatídico 2020, ahora se lanzan de lleno a la industria musical con este primer disco de larga duración. Los Cadelzo actualmente están formados por Juan Zorrilla a la voz, Alejandro Delgado al mando del bajo, Ramón Zorrilla en la batería y, como guitarrista de la banda, Javi Cánovas.

La banda, ansiosa por poder defender su música en directo para todos sus fans, promete estar girando en cuanto la situación sea más propicia, cuando todo el caos en que nos hemos visto envueltos sea menos preocupante. Hasta que ese momento llegue tendremos que conformarnos con escuchar este disco, un entremés de lo que podremos disfrutar.

Sobre al álbum “EN LOS CAMINOS PERDIDOS”

Fue publicado el pasado 27 de octubre bajo el sello de Maldito Records y consta de 13 canciones muy rockeras en las que juegan con el sonido y su variedad en temas lentos donde prima la melodía lírica, otros de tempo medio donde nos dan algo de tiempo para respirar y otros temas veloces y directos, con una fuerza mucho mayor. Todo ello lo hacen sin abandonar la esencia que les caracteriza.

Repasamos el disco tema a tema

El disco empieza con un redoble de batería que da comienzo a “Y No Seré Yo”. Una melodía de guitarra muteada le da el protagonismo necesario a la voz, aunque, más adelante, va haciendo distintas florituras a modo de arreglos para los versos anteriores al estribillo. La distorsión de la guitarra incluso nos permite escuchar cuándo desliza los dedos por el mástil buscando los acordes de quinta necesarios. Un tema muy rockero y directo.

En el principio de “La Espera” escuchamos una batería a la que poco a poco se le van sumando la guitarra con notas sueltas y la melodía de bajo que acompañará a la canción. Cuando entra el verso, Javi Cánovas toca lo que será el riff principal de la canción. En el estribillo se repite la frase “lo que yo nunca tendré”, frase con la que podemos resumir la letra de este tema tan cañero y con ese riff tan pegadizo.

Unos acordes de guitarra en limpio dan comienzo a “Las Chorradas” y a ellos pronto se les une la batería. Cuando entra la voz el bajo comienza a sonar y, no es hasta el estribillo que la guitarra se distorsiona y el ritmo de batería se hace más cañero. Con el bajo siempre retumbando en nuestras cabezas, esta estructura se repite dos veces hasta que termina la canción.

“Perlas Venir” tiene un riff propio del clásico hard rock que nos hace vibrar al son de esa melodía tan cruda. La voz de Juan Zorrilla es una de las grandes maravillas de esta canción, ese elemento que hace brillar un temazo como este. Con un estribillo muy pegadizo llegamos al solo de guitarra que juega con los silencios casi tanto como con la velocidad del ritmo de la batería.

Un riff muy alocado que, sin saber por qué, se nos queda pegado a nuestra cabeza es el protagonista de “La Canción del Malo”. El riff del verso que precede al estribillo es una pequeña variación del principal y que, sin embargo, tiene mayor impacto al estar más acompañado por la batería y la melodía del bajo. Un solo corto pero intenso desemboca en el estribillo final con el que dan por terminada esta canción.

“Me Dejo Llevar” presenta como riff principal uno de esos que nos hacen pensar en las míticas canciones de AC/DC aportándole una esencia muy suya. Durante el verso la guitarra reproduce ese mismo riff, al igual que el bajo, aunque de manera más entrecortada y algo menos de presencia.

De nuevo volvemos a esos arpegios con una guitarra no distorsionada en “En la Escalera”. Lo que en un principio parecía una balada se transforma en un tema bien rockero cuando entra en juego la distorsión y la batería, siempre acompañados por la línea del bajo. En cuanto a los versos, la guitarra reproduce los mismos arpegios mientras el bajo va tocando las notas esenciales de cada arpegio. Con un subidón de adrenalina acaba este gran tema, del que también cabe destacar el pedazo de solo de guitarra que se pega nuestro amigo Javi.

Al grito de “uha” el riff de “Milagros” empieza a estar acompañado por la batería, lo cual le aporta mucha contundencia. De nuevo podemos escuchar el deslizar de los dedos de Javi a través del mástil, que se unen al riff y aportan un color diferente. Sin duda saben cómo exprimir al máximo cada detalle del que tienen a su disposición.

“Primero” es la siguiente canción. Un riff muy hard rockero protagoniza este tema junto a una línea de bajo más presente que nunca en esta pieza. Además, saben utilizar los coros del resto de la banda para dar mayor profundidad al cantar de Juan Zorrilla. “Primero me muero y luego me dejo quemar”, una de sus frases más metafóricas y destacables.

La guitarra levemente distorsionada comienza a sonar en “Parar y Mover”. Acompañada por una batería bastante fuerte y un bajo que va tocando las notas esenciales de cada verso, la voz de Juan, más dramática que nunca en la interpretación de este tema, comienza a retumbar en nuestros cerebros. Tras una corta pausa para que retomemos el aliento, entra el expresivo solo de guitarra de Javi.

El tono canalla de “A Veces” es palpable desde un principio con ese riff distorsionado con el que comienza este tema. Durante el verso toca una versión algo más pausada del riff principal, una variante que juega tanto con los silencios como con los armónicos como elementos decorativos para darle más peso. Tras el segundo estribillo entramos en una parte más calmada de la canción, donde la voz se une a unos preciosos acordes de guitarra para dar paso al solo de este tema, la calma antes de la tormenta.

El bajo protagoniza el inicio de “Buena Suerte”, con una melodía que será la que repite a lo largo del tema. Aunque no tenga el riff más pegadizo, la canción entra en nuestra cabeza gracias a esa línea de bajo, que crea la melodía principal, y a los constantes y precisos arreglos de guitarra.

El disco termina con la canción que da nombre al álbum, “Caminos Perdidos”. Lejos de lo que cabría esperar en un tema que cierra el disco, comienza de manera muy contundente, con un riff de guitarra tocado a la vez que los golpes a los platillos de la batería. Juan Zorrilla saca su voz más rasgada para aportar ese tono tan rockero urbano. El solo de guitarra no se caracteriza por su velocidad, sino por el uso de distintas técnicas para embellecerlo y de los silencios para expresar más de lo que Juan podría con sus palabras. Un gran cierre para un álbum tan variado y cañero.

CONCLUSIÓN

Todos los amantes del rock y de la música española se quedarán alucinados con este disco. Lejos de ser la carta de presentación de Los Cadelzo parece más como su álbum que pasará a la historia. Un verdadero mix de todo lo que una buena banda de rock debería tener: riffs contundentes y atronadores que nos hagan saltar cada vez que los escuchamos, una línea de bajo que no queda eclipsada por el resto de instrumentos como algunas bandas siguen empeñándose en hacer, una batería alocada pero que sabe cuándo sobra en un tema y una voz cantante rasgada que puede llegar a muchos registros. Algo que me ha llamado mucho la atención es el uso de diferentes recursos para embellecer su música. Por ejemplo, el sonido del deslizar de los dedos de Javi Cánovas por el mástil de la guitarra o el aporte de dramatismo del silencio en los solos. Una de las canciones que recoge todas esas características es Y no Seré Yo, lo cual hace que sea mi corte favorito de este álbum y aquel que os recomiendo no dejar de escuchar, bajo ningún concepto.

Reseña de David Medrano