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Crítica de NAILS «Every Bridge Burning» (2024)

NAILS regresa con «Every Bridge Burning«: Un álbum de grindcore extremo y brutalidad pura

Cuando una banda logra dar el paso del anonimato en el mundo del underground a ganar cierta reputación, siempre queda ese espacio en el que es opcional modificar el rumbo de la agrupación. Esto es lo que le ha sucedido a NAILS, que respaldados nuevamente por la discográfica Nuclear Blast Records, nos presentan un nuevo paso con esta empresa: Every Bridge Burning, que es simplemente metal extremo en su forma más pura y característica.

“Renovarse o morir”, dicen, para poder sobrevivir en este planeta, y precisamente es lo que ha hecho esta banda originaria de California. Después de ocho años, nos traen una nueva producción en la que despliegan un grindcore cimentado en la vieja escuela, que se percibe acertado de inmediato. Tanto ha sido su renovación que todos sus miembros son nuevos, con la excepción de su fundador Todd Jones, quien se mantiene en las voces y las guitarras. La banda ha pasado de ser un trío a un cuarteto, contando ahora con Shelby Lermo en la otra guitarra, Andrew Solís en el bajo y Carlos Cruz en la batería. Las canciones presentan estructuras de grindcore moderno, fáciles de asimilar pero siempre perspicaces, manteniendo el interés en sus tempos y líneas de composición.

La grabación del álbum comenzó en la ciudad de Massachusetts, en God City Studio, bajo la dirección de Kurt Ballou, guitarrista de la banda Converge y productor consumado del sonido de NAILS. Mr. Jones lo declaró de esta manera: “Hemos grabado todos los álbumes con Kurt. Es un ingrediente muy importante en la forma en que presentamos nuestra música. Cuando nuestros fans quieren escuchar NAILS, quieren escuchar algo que pasa a través del filtro de la ingeniería de Kurt”. Para reforzar aún más esta producción, la carátula del álbum es una creación de Jeff Whitehead, que sirve como el preludio adecuado para la vorágine auditiva que contiene: una cruda representación de la brutalidad que ofrece Every Bridge Burning.

Este último trabajo es la entrega inalterable de la banda estadounidense, destinada a satisfacer a sus seguidores a través de su imaginario, inspirado en personajes violentos de la sociedad o en hechos que destrozan el bienestar del colectivo humano. Desde la visión del underground, estos temas adquieren otra perspectiva. NAILS se mantienen fieles a su personalidad y con este disco confirman que son incontestables en su mensaje y resiliencia, dirigiéndose a una audiencia que busca una catarsis a través de sus canciones. La configuración rítmica y sonora del álbum varía un poco, inspirada en bandas de la vieja escuela, lo que les ha permitido, a su vez, influir en nuevas generaciones. “La expectativa de entrega de esta banda se inspiró en algunas de mis bandas favoritas, el tipo de banda que cuando hace un álbum sabe cómo va a sonar de inicio a fin. Y de ahí que algunos nos vean como ejemplo en esta época”, comenta Mr. Jones.

Every Bridge Burning consta de diez temas apasionados y consistentes. Comienza con “Imposing Will”. “Esta pista es especial para el disco porque sabíamos que queríamos que fuera la apertura. Queríamos que transmitiera urgencia, una inmediatez en la música misma. Cuando presionas play, te golpea en la cara”, así lo describe Mr. Jones. Es grindcore puro, sin desestimar el género ni la validez de este formidable disco. Luego viene “Punishment Map”, un corte inspirado en la confrontación y las décadas de desdichas provocadas por el asesino en serie californiano Joe D’Angelo, “El asesino del Estado Dorado”. Este tema deja claro el vacío y el sufrimiento humano causados por un servidor público que abusó de su estatus, orquestado a través de decibelios de cuerdas impactantes y vociferaciones desgarradoras.

El tema homónimo, “Every Bridge Burning”, presenta varios riffs en línea con el thrash metal, aplicando una velocidad que equilibra las distorsiones y los tempos, y es una de las mejores del disco. “Give Me the Painkiller” destaca por la evolución de los acordes y el impacto propio del metal extremo de NAILS. El bajo de Mr. Solís resuena imponente, y el solo de guitarra es magnífico. En “Lacking the Ability to Process Empathy”, aunque la intensidad baja un poco, el vigor de las percusiones de Mr. Cruz se mantiene. El ritmo es intrépido y desafiante, con una estructura que demuestra la inventiva infinita de la banda. “Trapped”, en menos de un minuto, provoca una taquicardia con su descomunal potencia. “Made Up in Your Mind” continúa la descarga de riffs demoledores, dejando nuestras neuronas agitadas ante algo insuperable. “Dehumanized” ofrece una interpretación sólida, cimentada en los graves del bajo, y el uso de delay al final del tema nos recuerda las influencias de la vieja escuela europea.

“I Can’t Turn It Off” es otra descarga de grindcore con la sutileza propia de NAILS, que te deja con ganas de más. Los riffs se combinan con las voces en un juego de alternancia que prepara el terreno para el gran final. “No More Rivers to Cross” contiene toda la intensidad y fluidez de la banda. Con la mayor duración del disco, produce una sensación siniestra, casi hipnótica, con los acordes de las guitarras de Mr. Lermo y Mr. Jones ejecutados con una precisión asombrosa. NAILS demuestra nuevamente su carácter y destreza con gran maestría.

Every Bridge Burning continúa el legado de NAILS en el metal extremo, retomando los argumentos y contenidos de su disco anterior, pero con un enfoque perfeccionado. NAILS sigue siendo fiel a sí mismo, manteniendo su esencia mientras mejoran su forma de ejecución. El disco dura aproximadamente dieciocho minutos, lo que es habitual en el género grindcore, pero en ese corto tiempo, consiguen transmitir una energía abrasadora e intensa que deja sin aliento. Para algunos, escuchar a NAILS puede ser una costumbre adquirida con otras bandas ya legendarias, pero NAILS definitivamente están en su mejor momento. Porque aunque todo ya esté inventado, lo que importa es cómo se haga y la identidad que se logre proyectar. NAILS es una gran banda, y aunque solo quede su fundador, Mr. Jones, su espíritu sigue siendo indomable y su carácter, inherente e indiscutible.

Crítica de Pepe Cortez

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