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Crítica del álbum Wildness “Resurrection” (2022)

Todos tenemos nuestro momento mágico en algún lugar del universo y del tiempo y el de WILDNESS, es aquí y ahora

La banda que hoy nos ocupa, Wildness, se formó en 2014 por el batería y líder Erik Modin, los guitarristas Adam Holmström y Pontus Sköld, y el cantante principal Gabriel Lindmark. Posteriormente se uniría a fines de 2017, el bajista Marcus Sjösund. En 2019, el cantante Gabriel Lindmark abandona la banda y es reemplazado por Erik Forsberg (ex-Blazon Stone) en la primavera de 2020. 

Tras dos primeros álbumes con el sello Aor Heaven, fichan en octubre de 2021 con Frontiers Music para el lanzamiento de algunos nuevos discos.

Reconozco que soy fan de Wildness desde aquel álbum homónimo en 2017. Sonido fresco y personal para lo que suele ofrecer la concurrida etiqueta de rock melódico escandinavo.

Así que me alegro mucho de que hayan fichado con el sello italiano ya que les dará una mayor visibilidad y la posibilidad de labrarse una mayor base de fans. Creo que es un fichaje muy acertado por parte de la discográfica y muy merecido para estos suecos.

A raíz de esta oportunidad que se les brinda, los Wildness han estado durante 2021 componiendo y eligiendo los temas con sumo cuidado. Su intención es dar continuidad al éxito de su segundo “Ultimate Demise». Tras meses en estudio sale a la luz Resurrection, producido, mezclado y masterizado por el compositor principal de la banda y baterista Erik Modin.

Además cuenta con apariciones especiales de los vocalistas Danny Rexon (Crazy Lixx), Hank Erix (Houston), Ludvig Turner (Reach) y Dani Hart en coros.

Resurrection coge el testigo de sus dos obras anteriores demostrando que su esencia creativa se mantiene y los once temas son directos, pegadizos y con estribillos rotundos.

En líneas generales Resurrection te mantiene en un estado de permanente felicidad desde la primera hasta la última nota.

Arranca con “Nightmare” el que fuera el segundo single, con una clara evocación al sonido de los ochenta, pero con connotaciones de la escuela escandinava actual.

“Release The Beast”, la contundente díada rítmica crea una vorágine acústica trepidante y hace que salga la bestia rockera que llevamos dentro.
Tragedy” otro de esos temas estrella, de la escuela Crazy Lixx, totalmente coreable y bailable, este corte es la antítesis de una tragedia.

“Love Resurrection” con unas líneas iniciales de guitarra que me han recordado a Dokken o a Tyketto, garra y buen gusto destila este corte.

“Best Of Me” el suave latido del ritmo te lleva a esta semi balada casi AOR, con destellos retro wave, una golosina para los sentidos.

“The Final Fantasy” unos teclados ambientales hacen la cama en un hard rock acelerado y arrogante, que canaliza toda la faceta más entusiasta de la banda.

“Lonely Girl” balada muy del estilo Journey o Foreigner con Hank Erix de Houston haciendo un gran trabajo a la altura de su maestría vocal.

Cuando crees que ya han tocado techo, te vuelven a desafiar con otra melodía aún más impresionante que la anterior como ocurre con “The One And Only” y en el medio tiempo “Fading Sun”.

La sensación de calma regresa nuevamente “Dawn Of Forever” con una cautivadora balada de donde hacen presencia los tonos más graves en la voz de Erik Forsberg.

Pone el broche a este trabajo “Eternity Will Never Fall” con algunos tintes más folk, para este corte más rockero, ¡me encanta!

Un tercer capítulo en la discografía de la banda revitalizando una vez más el clásico sonido de los ochenta para deleite de los fans. El fichar con la Frontiers puede ser el empujón definitivo que les faltaba para terminar de despuntar en el mercado melódico. Creo honestamente que se lo merecen.

Crítica de Alicia Albertos

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