Crítica del último álbum de QUIET RIOT. “Hollywood Cowboys”

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“Hollywood Cowboys” y como una banda como Quiet Riot se dulcifica a estas alturas y sigue sobreviviendo de aquella manera contra viento y marea

De todos es ya conocido el papel que ha desempeñado la banda Quiet Riot en el mundo del Heavy Metal y su reconocimiento mundial por sus covers del grupo SLADE, su exitoso álbum «Metal Health» y el posterior «Condition Critical».

Fundada por el guitarrista Randy Rhoads y el bajista Kelly Garni y cuyo primer nombre fue Mach 1 allá por el año 1975. La formación que gestó definitivamente el nombre estaba compuesta por músicos de lujo y cuyas militancias habían sido o fueron en  bandas consagradas como Ozzy Osbourne, WASP, Billy Idol, Steppenwolf.

Tras la muerte de su cantante Kevin Dubrow, el grupo experimentó una idas y venidas sin rumbo fijo, a lo que también influenció los desastrosos Lp’s posteriores.

Portada quiet riot hollywood - rock and blog

Centrándonos en este nuevo trabajo «Hollywood Cowboys» que llega como una entrega de 12 pistas. Paso a paso vemos en la primera pista titulada «Don’t call It love». El corte suena bien, tiene pegadizos estribillos pero la guitarra está algo ahogada y los punteos son casi inapreciables. En líneas generales aceptable.

“In the Blood” mantiene la misma tónica, pero se aprecia en un momento previo a los coros que el ritmo es demasiado forzado, y deja un sabor extraño.

”Heartbreak City” junto con las anteriores tiene el sello de los inicios de los 80, dobles voces con estribillos pegadizos, buenos riff, pero en la producción, que el mismo Frankie Banali ejecuta, denota una tendencia a dejar las guitarras tan apagadas que no permite que se puedan apreciar como debería. Esto desluce mucho los temas que se quedan a medio camino cuando realmente podrían ser bastante más Heavy Metal.

“The Devil that you Know” e “Insanity” aunque diferentes, guardan una similitud en la base rítmica y de percusión, no hay que prestar demasiada atención para darnos cuenta.

”Insanity” por fin abre paso un poco más a la guitarra de Alex Grossi que cuando aparece revoluciona. Hay que destacar también el papel al bajo que desempeña el señor Chuck Wright.

“Change or Die” representa un paseo por el limbo…sin más.

«Roll On» es un Rock and Blues como tantos otros y que termina cansando, son de estas cosas que te hacen preguntarte ¿a quién se le ocurrió la idea?

«Hellbender» abre una línea totalmente plana en la que recurrir a Alex Grossi es la única opción para terminar un álbum en el que bien podría haberse completado con 7-8 pistas.

En definitiva nos hemos encontrado con un álbum más próximo al AOR Rock que a lo que predicaba la banda en su dilatada y tortuosa historia y que le dio como resultado dos Lp para la historia (a mí entender).

R b R.

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