ran Noche de Heavy Metal en Barcelona: con Judas Priest, Uriah Heep y Saxon en una velada inolvidable para los fans del metal
Barcelona, jueves 13 de junio. Una gran noche de heavy metal del bueno nos esperaba en el Sant Jordi Club, con la primera parada en nuestro país de Judas Priest con su gira «Invincible Shield Tour», en la que presentaban su nuevo trabajo del mismo nombre. Un discazo de principio a fin, sin lugar a dudas, de lo mejorcito de los últimos años.
Comparten esta gira con Uriah Heep y Saxon, otros dos clásicos del hard rock/heavy. Como ya es costumbre, no defraudaron, tocando temas clásicos y de sus nuevos trabajos. Aunque Uriah Heep no empezara con muy buen sonido, supo remontar y dar un buen concierto. Llegó el turno de Saxon, que como siempre dio un buen concierto, con un Biff Byford en plena forma, pero en mi opinión, fue notable la ausencia del guitarrista fundador Paul Quinn. El nuevo fichaje, Brian Tatler, es muy buen guitarrista y tiene muchas tablas, pero le faltó darle ese “toque Saxon” a los temas.
Y por fin llegó el turno de mi banda favorita, JUDAS PRIEST, los dioses del metal, precursores del género junto con Black Sabbath y que marcaron la tendencia definitiva del heavy metal. No ha llovido nada… cincuenta años desde que los de Birmingham publicaron su primer disco «Rocka Rolla» en 1974, al que le seguirían en la década de los setenta verdaderas obras maestras como «Sad Wings of Destiny», «Sin After Sin», «Stained Class», «Killing Machine», para darnos la mejor gira y uno de los mejores discos en directo de todos los tiempos «Unleashed in the East». ¡DIOS! Pedazo de disco, Priest en estado puro. En la década de los ochenta llegó otra tanda de obras maestras: «British Steel», «Point of Entry», un disco que me encanta y pienso que no ha tenido el reconocimiento que se merece. ¿Qué decir de «Screaming for Vengeance» y «Defenders of the Faith»? ¡Brutales! Podríamos seguir hablando, pero volvamos al presente…
El club Sant Jordi estaba a tope de peña, expectante y deseando ver aparecer a los “Metal Gods” en el escenario. Al fondo, un telón con el escudo invencible, portada de su último disco. Empezó a sonar la intro de “War Pigs” de Black Sabbath, como ya es costumbre en todos sus conciertos, y seguido empezaron a sonar los primeros acordes de “Panic Attack” mientras aparecían en el escenario Rob Halford, Ian Hill, Scott Travis y los dos actuales guitarristas Richie Faulkner y Andy Sneap, que la verdad han sido un pedazo de fichaje para la banda, aportando un toque más actual y unos pedazos de solos que flipas. Eso sí, para los seguidores de la banda, KK Downing y Glenn Tipton siempre estarán ahí, siempre serán los Judas.
El público estaba eufórico y para calentar motores llegaron tres clasicazos seguidos: “You’ve Got Another Thing Comin’”, “Rapid Fire”. Halford aprovechó para saludar y decir nuestra frase preferida “Priest is back” como preámbulo al “Breaking the Law”. ¡Uffff, vaya ambiente! Todos coreando, bailando y disfrutando de esos temas que tanto disfrutamos en nuestra juventud y que hoy en día suenan igual de bien.
Volviendo al nuevo álbum, tocaron “Gates of Hell”, uno de los muchos temazos que lo componen y que los allí presentes disfrutaron de la misma forma. ¡Madre mía! No hubo tregua. Otro huracán de clásicos sonó para seguir deleitándonos: “Love Bites”, “Devil’s Child”, “Riding on the Wind” ¡Uff, temazo!, “Saints in Hell” y otro temazo del nuevo álbum “Crown of Horns”. ¡Pedazo de solo de Richie Faulkner!…, “Sinner”, “Turbo Lover”.
Rob Halford aprovechó para descansar y sentarse, mientras dedicaba unas palabras. Hizo referencia a sus 50 años de trayectoria, habló de sus comienzos hasta la etapa actual, para volver a la carga con “Invincible Shield”, ¡Temazo!, que da nombre a su nuevo álbum. Y llegamos a la traca final… “Victim of Changes”, “The Green Manalishi”. ¡Uff! ¡Cómo las disfrutamos! y “Painkiller”. Un final por todo lo alto, en el que la banda, tras un breve descanso y las peticiones de los allí presentes, no tardó en volver a salir y regalarnos tres bises: “Electric Eye” coreada por todos, con ganas de más, “Hell Bent for Leather”. Halford apareció en el escenario conduciendo una Harley-Davidson y con la fusta entre los dientes. El público estaba entregado al 100%, sin parar de disfrutar, apurando los últimos temas, sin ganas de acabar, pero llegó el final.
Sonaron los primeros acordes de “Living After Midnight”. Halford apareció con su chaleco tejano extra largo, decorado con parches de sus portadas y de otras bandas del heavy metal, para concluir dándonos las gracias y las buenas noches. Al fondo del escenario, un mensaje de despedida, que más que despedida, es un hasta pronto: “THE PRIEST WILL BE BACK”. ¡Que así sea! Aquí estaremos para recibirles con las mismas ganas. ¡LARGA VIDA A LOS METAL GODS!
Crónica y Fotos de Nuria Giménez