Gran concierto de ECLIPSE el que vivimos en la Sala MON de Madrid el pasado 9 de diciembre de 2022
Como si de una condena habláramos habían pasado 3 años y un día desde la última visita de los suecos ECLIPSE a Madrid, y la celebración estuvo a la altura de las circunstancias sin duda alguna.
Vamos a empezar por el principio. XTASY era la banda encargada de abrir la sala Mon Madrid a eso de las 20:30. Liderados por Silvia Idoate, producidos por el propio Erik Märtensson, con un sonido hard rockero perfecto para esa noche y con muchas ganas, la banda realizó un repertorio que recorría su todavía corta discografía y defienden con orgullo lo que iba a ser el final de su gira “Eye of The Storm Tour” que les ha llevado a recorrer toda España y parte de Europa. Por poner un “pero” más allá de que su sonido tardó algo en ajustarse, es la escasez de coros. El estilo de música que practican lo pide a gritos, y su falta deja algo desnuda a Silvia quien tiene que pelear sola cada estrofa.
La sala va cogiendo color y la ocupación es bastante alta cuando empieza a sonar la intro de ECLIPSE con su habitual mix de grandes clásicos de la historia del Rock.
El primero en saltar al escenario y ocupar su puesto en la batería es Philip Crusner al que de inmediato sigue el resto de la banda al son de “Roses on Your Grave” y con todo el público ya en modo “ON”.
Después llegaba una potente “Dying Breed” también del último álbum de la banda, “Wired”, que fue protagonista principal en el repertorio lo que en ningún momento supuso un bajón para el público, sino todo lo contrario. Muchos cortes del álbum se pueden considerar ya clásicos de la banda.
“The Masquerade”, “Run for Cover” y “Runaways” pusieron a prueba las piernas y las cuerdas vocales del público justo antes de ofrecernos unos minutos de relax gracias a “Carved in Stone” interpretada en parte en solitario por Erik y que sustituye de alguna forma a los momentos “Hurt” de anteriores conciertos.
La ristra de “clásicos” seguiría toda la noche dejando para la traca final los temas más fiesteros como “Never Look Back”, “Saturday Night (Hallelujah)” o “Viva La Victoria”.
Pero más allá de estas grandes canciones, lo que nos encontramos es una banda con una actitud de 10. Philip Crusner desde su puesto estuvo constantemente simpático e interactivo con el público, el amigo Victor Crusner era un show constante, no paró de saltar, bailar y animar a la gente en ningún momento, pero además, de forma totalmente sincera, se le veía disfrutar, y eso nos hacía disfrutar a los demás. Incluso Magnus Henriksson, quien no se caracteriza precisamente por ser el alma de las fiestas, fue más cercano que nunca, dentro de su timidez. Eso sí, lo que no cambió es su destreza y maestría con las seis cuerdas, ¡que clase!, ¡qué gusto!. Y claro Erik Mårtensson no iba a ser menos. Estuvo enorme a las voces, genial como frontman y perfecto con la guitarra.
Y puestos a calificar, el público también lo hizo muy bien cumpliendo siempre con lo que nos pedía desde arriba la banda, coros, aplausos, saltos…
Pero claro, todo no podía ser perfecto. Una vez más ciertas normas de las salas son incompresibles. Para los habituales de la sala Mon sabéis que la cobertura no es gran cosa. Por lo tanto, si por lo que sea tienes la necesidad de comunicarte con el mundo exterior, la única forma es salir a la calle. Pues bien, a algún iluminado se le ocurrió que hasta las 21:30 no se podía salir. ¿Por qué? Ni idea. Si hay un tiempo de espera entre banda y banda ¿porque no puedo aprovechar para hacer mis cosas? Bueno igual esto os suena a pataleta, pero estoy muy cansado de tanto “listo” y tanto “prepotente”.
Volviendo a lo importante y como colofón puedo decir como bien ha descrito nuestro compañero Ape Navarro, “ECLIPSE se han hecho mayores”. Los suecos han pasado de ser una banda joven de calidad, a ser una gran banda, con una bagaje de fantásticas canciones que les da para rellenar 8 setlists y con un directo que engancha desde el primer momento hasta el último. Para mi gusto ECLIPSE ha ofrecido su mejor concierto en Madrid desde que seguimos a la banda, y lo cierto es que ya llevan unos pocos.
Solo nos queda esperar a ver que depara 2023 y desear que el intervalo sea mucho menor hasta su próxima visita
Cronica de Oscar Ricoy, Fotos de Ape Navarro
