La magia volvió a llenar el Wizink Center de Madrid con la música de QUEEN que una vez más salieron como auténticos campeones
En un estado de tremenda alegría me pongo a escribir esta cróncia antes de acostarme. Ha sido una noche gloriosa y no me puedo dormir sin dejar todo esto contado.
Porque después de tres años con las entradas en nuestro poder, viendo como el COVID retrasaba el disfrutar de un sueño una vez más ha sido mucho tiempo, finalmente el momento ha llegado y ha merecido la pena. QUEEN aterrizó en Madrid este 2022 con Adam Lambert a las voces y nos dejaron a todos los asistentes con un maravilloso sabor de boca.
Con las imágenes de un Brian May que ha sufrido mucho en los últimos meses en mente y el miedo a la decepción rondando algunas cabezas llegó Queen para tapar bocas y como nos gusta decir, patear algunos culos ya que la banda nos ofreció un espectáculo total. Un show en el que láseres, pirotecnia, cañones de confeti y enormes pantallas ofrecían el envoltorio perfecto para la música de estos gigantes que hace años decidieron seguir adelante sin olvidar a nadie.
Al entrar en el Wizink Center llamaba la atención una decoración que parecía tallada en madera que rodeaba todo el escenario. Un poco más tarde descubriría que se trataba de una enorme pantalla curvada que iba a flotar sobre la banda a lo largo de todo el concierto creando el efecto de que todo el escenario estaba bajo una corona.
La espera se hacía interminable en un recinto ya casi repleto y sin ningún tipo de animación apra ir calentando la espera. Pero ¿Quién necesita animación cuando lo que viene es Queen?
Por fin se abría el escenario con un inmenso telón digital al son de «Innuendo» y enseguida hacían acto de presencia los protagonistas para descargar «Now I´m Here» que al tiempo servía para hacer los primeros juegos de imágenes.
Los cabellos blancos de Roger Taylor y Brian May lucían bajos los focos mientras una Adam Lambert más integrado que nunca en la banda alardeaba con extravagantes vestimentas y un glamour a la altura de su magnífica voz.
La lista de canciones fue una colección de himnos que podría haber sido incluso más extensa, con temas cañeros como “Hammer to Fall”, “We will Rock you”, “I Want It All” o “Tie Your Mother Down”. También hubo sitio y mucho para esas canciones que provocan el bailoteo del público y que le impiden a uno borrarme la sonrisa con “I Want to Break Free”, “Fat Bottomed Girls”, “Crazy Little Thing Called Love” o “Don´t Stop Me Now”.
Como es habitual, May y Taylor tomaron turnos intermitentes en solitario a las voces e incluso el propio Mercury también hizo varias apariciones en vídeo, acompañando a May en una preciosísima versión de “Love of My Life” o arengando al público.
Y ese no fue el único momento “sentimental” ya que la discografía de estos monstruos está repleta de grandes canciones hechas desde y para el corazón “These Are the Days of Our Lives” con Roger Taylor a las voces, “Who Wants to Live Forever” o “The Show Must Go On” sirvieron para ponernos los pelos de punta y sacar alguna que otra lagrimita más.
No podía faltar la canción más popular de Queen «Bohemian Rhapsody». Ese complejo tema que nació tratando de simular ciertos elementos operísticos mezclando tres canciones a medio componer y que por sí sola ha llegado a ser considerada por muchos la mejor canción de la historia. Tocar al completo esta obra maestra en directo es casi un imposible, así que en lugar de intentar recrearla se reprodujeron imágenes en vídeo de fondo (como en giras anteriores) impregnando escenario y recinto de una tremenda nostalgia.
Es difícil elegir un momento especial de la noche, pero, si eres de los que todavía no has ido al concierto y lo tienes planificado, no se te ocurra ir al baño durante “A Kind of Magic». Literalmente la iluminación, los efectos y las proyecciones fueron mágicas. Y no digo más para no hacer Spoiler.
La interpretación de “Under Pressure” fue sublime también, con un Lambert estratosférico.
Pero sobre todas las cosas jamás olvidaré el torrente de sentimientos que me abordaron con la ya mencionada “Love of My Life” durante la cual rompió a llorar como un niño y ni siquiera el pabellón entero cantando junto a May “39” lograrón sacarme de ese estado.
Ver a Queen + Adam Lambert ya es mucho, pero he de decir, que el clásico concierto de Rock británico se ha visto potenciado al máximo con un montón de elementos técnicos que lleva el show a otro nivel. ¡Y que sonido! La guitarra de Brian May, las baterías de Taylor y las voces de los tres sonaon a la perfección a lo largo de toda la noche.
Cierro así esta semana de crónicas que me han llevado de viaje por tres conceptos de Rock bien distintos como han sido Alice Cooper con su Shock Rock, KISS con su particular visión del Glam Rock y por último Queen que podríamos encajar como rock británico, pero que demonios, dejemos las etiquetas, en una semana he disfrutado de Alice Cooper, KISS y Queen , ¡que me quiten lo bailao!
Crónica de Oscar Ricoy
Se ve que fue un gran concierto, y muy emocionante, creo que al asistir a estos conciertos se puede sentir la nostalgia de recordar a Freddie Mercury. Me hubiera encantado haber asistido y oír a todo volumen love of my life y todas las demás canciones. Siempre es bueno ver que Brian May y a Roger Taylor juntos.