Jack Black se pone en la piel de Satanás en una nueva película navideña titulada Dear Santa

Cuando parece que ya no hay ideas originales y que cada posible premisa de película ha sido explotada, de vez en cuando surge algo fresco. Dear Santa es una de esas ideas que te hacen pensar: “Eso es genial para una película”. La ejecución puede fallar, pero la idea es oro buena, y si además contamos con Jack Black, y buena música en el trailer…

La Premisa:

Un niño pequeño, que no es precisamente un experto en ortografía, intenta escribir una carta a Santa Claus por Navidad, pero accidentalmente la dirige a Satanás. La carta llega al infierno, donde el mismísimo príncipe de las tinieblas (Jack Black) la recibe. Intrigado, Satanás decide visitar al niño, y a partir de ahí se desatan divertidas travesuras infernales. Satanás intenta atraer al niño al lado oscuro, pero se encuentra con que no es tan fácil corromper su inocencia.

El Equipo Creativo

La película, que se estrenará en Paramount+ a finales de este mes, está dirigida por Bobby Farrelly, coescrita por Peter Farrelly y producida por ambos. Esto marca una especie de reunión entre los hermanos Farrelly y Jack Black, quien protagonizó su comedia de 2001, Shallow Hal.

Aquí puedes ver el tráiler oficial de Dear Santa:

Dear Santa (Protagonizada por Jack Black) | Tráiler Oficial | Paramount+

Sinopsis Oficial:

“Cuando un niño envía su lista de deseos navideños a Santa con un error crucial de ortografía, un diabólico Jack Black llega para sembrar el caos en las festividades. De las hilarantes mentes detrás de Dumb & Dumber, la Navidad está a punto de arder en llamas.”

Dear Santa estará disponible en streaming en Paramount+ a partir del 25 de noviembre. Para quienes no sean suscriptores de Paramount+, también podrán adquirirla en formato digital.

Un Giro Oscuro en la Navidad

Personalmente, adoro una buena película navideña con un toque oscuro (It’s a Wonderful Life cuenta, ¡y Bad Santa, obviamente!). Esta película parece tener el potencial de entrar en esa categoría. Crucemos los dedos para que no termine siendo un carbón cinematográfico.