Repasamos lo nuevo de BALA, el dúo de metal extremo que suena a bandaza y que nos trae su tercer álbum titulado «Maleza»
Conjuntar dos elementos de la misma clase e interés normalmente es solo el principio de una banda y por eso BALA no es cualquier banda. Partiendo de toda su propuesta artística que más que llamar la atención, es su propuesta creativa que despierta interés por su importante e increíble sugerencia de Metal Extremo.
«Maleza» su tercer larga duración ya está a disposición, con el respaldo de la discográfica internacional CENTURY MEDIA RECORDS que siempre es una apuesta ganadora. Tenemos una producción que es simplemente excelente en lo que respecta a su contenido potente, único y combativo rítmico y armónico.
Aprovecharé la portada del disco, una mandíbula de un tiburón, como conductor de esta reseña. BALA es nuestro escualo en su inventiva artística, su música es como el esqueleto de este animal hecho de cartílagos, no de huesos. Por eso solo nos queda su maxilar como seña de su existencia. De ahí su peculiaridad y singularidad con otras bandas a nivel nacional e internacional. Sus cortes les asignan una gran fuerza de sonoridad alborotadora e instigadora, con la maniobrabilidad escandalosa sin peso a caer en lo uniforme e invariable. Su rutina de ritmos es sigilosa, cautelosa y ruidosa. Rebelde si deseamos resumir todos los adjetivos anteriores.
La banda ha comentado sobre su firma con el sello discográfico subsidiario de SONY Music destinado a la música Metal lo siguiente conforme a «Maleza»:
«Bueno, ¿Qué podemos decir…? Estamos tremendamente emocionadas de poder seguir adelante a pesar de estas circunstancias, y un nuevo disco y un nuevo sello son un gran comienzo para empezar esta nueva aventura. Este sello es todo un referente, ha dado apoyo a un montón de bandas con las que hemos crecido y no podemos esperar más a ver nuestro nombre en medio de tantas otras. Esperamos que la situación actual mejore y podamos volver a la carretera lo antes posible y al calor de los conciertos y queremos aprovechar esta oportunidad para agradecer a todas las personas que de alguna forma nos han acompañado durante este tiempo. ¡Fuego!»
También tenemos la opinión que dio a un medio especializado, Francisco Fernández, Label Manager de España y Portugal: «Conocí a BALA en Colombia en 2018 y en seguida captaron mi atención. Las empecé a seguir durante meses y no tardé en darme cuenta de que verdaderamente tienen algo que las hace únicas. La mezcla de influencias, la energía que muestran en sus conciertos, la implacable y cruda actitud se unen para dar lugar a una música eterna. Y ahora que han aterrizado en Century Media, las cosas no podrían ser mejores. Estoy seguro de que estamos a punto de ver el comienzo de un viaje increíble». Sin duda ha puesto bien el ojo en una banda prometedora e instigadora.
Además recalca: «BALA tiene un rango de influencias que se mueven entre las diferentes caras del grunge hasta los grandes nombres del punk y el Stoner. Esta mezcla única de pasajes sonoros e inspiraciones pangeneracionales ha ayudado a darle forma a esta banda de sonido duro que rinde tributo a leyendas tales como NIRVANA, MELVINS, FU MANCHU y L7«
Con autoridad y mucha pujanza BALA nos da con sus creaciones las diferentes caras del Grunge hasta los grandes nombres del Punk Metal o Stoner Rock que les han influenciado para hacerlas. Esta mezcla única de paisajes musicales e inspiraciones pangeneracionales ayudó a dar forma a la banda de diferentes maneras. Nos dan una alternativa de Rock y Metal que a lo largo de su trayectoria musical no deja de inspirarse en un sentimiento profundo con identidad y genio.
Su primer larga duración fue «Human Flesh» que data del año dos mil quince, que les impulsó a salir a la carretera y ganar seguidores que aceptaban su fórmula de Metal, dejando su marca en la escena y que les propulsó en giras victoriosas y gloriosas fuera de nuestras fronteras como en Japón, Reino Unido o Australia y sus impresionantes espectáculos en el escenario la llevaron incluso festivales internacionales como Stone and Dusted en Estados Unidos o Rock al Parque en Colombia.
Hace tres años nos dieron su segundo disco «Lume», en donde su integrantes Anxela Baltar en las voces y Guitarras y Violeta Mosquera en voces y batería, ya han marcando un enfoque completamente nuevo para la banda, una oferta de sonido que con su tercera entrega está más reforzado y asentado. Como no hay dos sin tres para grabar, mezclar y masterizar, nuevamente los hicieron en los Estudios Ultramarinos de Costa Brava/Barcelona, de donde ha surgido una producción tremendamente inclusiva a su intento de formularnos un proyecto ambicioso y exultante.
Los tiburones generalmente atacan desde abajo causando una mordedura catastrófica masiva. En algunos casos, se retirarán mientras su presa muere desangrada antes de volver para comer, es algo dinámico y letal, así es «Maleza», desde un inicio hasta su final, nos descuartiza y en menos de una hora de duración nos sucumbe dejándonos agonizantes y ansiosos de disfrutar otra vez.
Arranca con el corte que fue lo primero que nos dieron nuevo llamado «Agitar», un aliento de fuerza y ánimo con mucha fibra que te tumba desde el primer acorde, Ms. Baltar es gigantesca con sus vociferaciones que con los riffs corpulentos y firmes de su guitarra junto a la batería de Ms. Mosquera y sus murmuró en los coros dejan claro que BALA son un portento de sentimiento y emociones con vehemencia por dejar un mensaje claro de que el poder femenino es dominante cuando se combina con los ritmos adecuados de un Hardcore Metal ataviado con Punk Metal y con composiciones de Stoner, acompañado de un vídeo que es tan franco y sincero que en su confección es tremendo, a quien no le gustaría ser tan libre como se ven en las imágenes: tocando sus instrumentos a todo pulmón y haciendo skate, simplemente espléndido, me gusta esta banda de entrada;
«Hoy No», partamos ahora del vídeo promocional que contiene color en sus estampas, en donde con tenemos la esencia de nuestras artistas que nos muestran cómo se divierten en un ámbito propio de un pueblo de la zona Noroeste de nuestra país: libertad en un coche deportivo, un bar, cervezas y su mensaje claro de hacer lo que quieren pasándolo bien, en lo musical el redoblante de la caja desata casi un himno para pasarlo bien, los riffs son de una creación que alternan con el acento de la voz que permite el temple de las gallegas, por cierto decir que la mayoría de cortes del disco no llegan al minutaje de más de cuatro minutos que son innecesarios por las condiciones de su estridencia y estrépito descargado;
«X», con este track baja un poco los decibelios por los compases cerrados y densos que hasta poseen un poco mas de armonía si se desea una definición, pero sin perder la identidad de BALA aun cuando utilizan el idioma inglés en la lírica y con unos coros conjuntos y corales, con mucho furor;
«Mi Orden», un corte de Stoner Metal de fundamento y razón, con su matices por supuesto y adherido con voces desgargantes por la polifonía distinta sin disolución en su entonación, los acordes en distorsiones ásperas moduladas como a ellas les apetece, con las percusiones en un tempo adecuado para dar espacio a un sonido casi estratosférico de fondo que se adecua a la perfección, y las imágenes del video en delineaciones de sus figuras que cambiara a un amarillo intenso cuando se hace mención a la diferencia de calidez y pasión en el fondo negro de todos los fondos muestran nuevamente la convicción de el dueto;
«Cien Obstáculos», absorbente e incitante a la vez, con unos acordes que magnetizan con sus repeticiones y unos coros que unen los estribillos con el resto de las letras por momentos en voces en off, que hacen inevitable no seguir el ritmo con alguna parte de nuestro cuerpo por la satisfacción que nos dan, sin duda la seguridad de sus creaciones es animosa sin desazón;
«Quieres Entrar», ritmos amortiguados y sosegados de principio, para intercalarse con potencia conforme se desarrolla, sin abusar de la rapidez e igualmente con los delay que dan el retraso adecuado a las notas y silencios con todo lo que pueden mantener la articulación en los instrumentos, mientras las voces se descuartizan enteramente pero llegando a ese tono primario de la impaciencia y angustia;
«Rituais», los acordes alborotados y vándalos se presentan como el eje de ejecución de las muchachas, con la duplicidad de los coros acelerando la batería de Ms. Mosquera pero sin asfixiar, un corte no apto para quien no desee encontrarse un antagonista en cualquier sitio por donde pase y que perfectamente no disfrute con BALA, resolución insuperable;
«Bessie», sin perder la dirección de su estilo, tenemos bastante instrumentalización en el penúltimo track, que va in crescendo en alteración de distorsiones y velocidad, mientras solo se repite hasta la saciedad el título de la canción sin perder uniformidad de la insistencia de la pesadez de su Stoner Metal;
«Una Selva», un postrero aliento para terminar con creces este disco llamado «Maleza», sin bajar el incremento y prontitud de sus tonos junto a los riffs que nos estrujan macerándolos a nuestra complacencia, porque como nos dicen y repiten «no todo está perdido», repitiendolo hasta la saturación como un lema para nuestra época tan descuidado. Un cierre acoplado y acondicionado a la perfección.
Continuando con la semejanza entre los escualos y BALA, puedo decir que muchas especies de tiburones pueden nadar en línea recta durante millas y ser muy precisos cuando navegan hacia puntos alejados de su hogar, incluso durante la noche, lo mismo que consigue esta banda con «Maleza». En este caso no hablamos de canciones rectas en monotonía, sino más bien de temas directos repletos de pasión e impetuosidad, determinantes en su esencia que se distienden por donde se escuchan divulgando su resonancia con mucha fidelidad. Su precisión puede ser igual o más precisa cuantas veces lo escuchemos y deleitamos. Manteniendo sus reservas y renovando su energía mientras siguen en movimiento. Nunca pueden dejar de nadar, o ejecutar sus instrumentos para no sumergirse en el fondo y flotar, además de que abren las boca, animal como artistas, mientras nadan o tocan música para absorber oxígeno por las branquias y pulmones respectivamente, porque si dejan de nadar, dejan de flotar y expiraron.
BALA son depredadoras y se alimentan de presas tanto grandes como pequeñas, subsisten de cómo producen y dispersan su música. «Maleza» mantiene una banda que es ilimitada pese a ser una banda de dos, pero se lo pueden permitir gracias a su buen hacer.
Reseña de Pepe Cortez
