“Epical” es el título del nuevo trabajo de Rob Moratti y que define a la perfección lo que nos vamos a encontrar en el álbum
El vocalista canadiense Rob Moratti corona el año que concluye con el quinto álbum de su carrera en solitario, en esta ocasión lanzado por la discográfica italiana Frontiers. Atrás quedaron su época en Final Frontier, su faceta como cantante en la mítica banda progresiva Saga o su incursión con Rage of Angels.
El disco que nos ocupa “Epical” cuenta con la participación de algunos músicos de renombre de la escena rockera, como es el caso del gran talento de la guitarra, Joel Hoekstra, actualmente en Whitesnake, o Tony Franklin en el bajo, que forma parte del line up habitual de los discos de Moratti.
En el terreno compositivo cuenta con Felix Borg a batería y coautor, Fredrik Bergh a los teclados y coautor, Ulrick Lönnqvist, Steve Augeri y Pete Alpenborg (que también hace rítmicas y teclado). La producción, mezclas y masterización corre a cargo del mismo Moratti.
Rob Morati tiene ese espíritu vocal de los 80, y mantiene en sus trabajos en solitario ese timbre alto y esa voz poderosa que le caracteriza, también se encarga de las armonías vocales, dándole ese sabor suyo tan inconfundible a las canciones.
Epical se compone de once temas alineados en tesituras parejas, medios tiempos y baladas, en la misma línea suave y melosa que caracteriza la obra de Moratti.
Composiciones de calidad que son como un pañuelo de seda cubierto de aromáticas esencias, las composiciones son pequeñas pìedras de nacar, a la altura de cualquier disco significativo del género y es que Ulrick Lönnqvist y Pete Alpenborg están demostrando ser dos pilares fundamentales en el departamento creativo de la casa.
Sin dejar de lado la labor instrumental, Moratti se ha rodeado siempre de verdaderos ases de las seis cuerdas, anteriormente fueron Torben Enevoldsen o Reb Beach. En esta ocasión Hoekstra hace su trabajo de manera impecable desarrollando líneas melódicas de alto voltaje, con esa técnica y savoire faire que le caracterizan.
La introducción oficial al disco se hace con Can I Hold You For A While una percusión tribal nos adentra un jovial corte que, aunque trata del desamor no provoca ninguna desazón al oyente, si no lo contrario.
Masquerade con melodías realmente impresionante un tema con mucha fuerza en las rítmicas, y el solo de guitarra te precipitará al éxtasis.
Nothing Left To Say una balada bastante dulzona que pasa entre puntillas sin gran estrepito, pero cuando llega al puente del tema cobra sentido su existencia.
La adorable Valerie se pasea entre las neuronas que conectan tus oídos con el desparpajo de quien conoce el camino que la lleva a tu interior.
Golpeando tu piel llega Hold On, sujétate fuerte que llega un señor tema, lo tiene todo, melodías arrasadoras, cambios de tonalidad que suben la intensidad hasta depositarte entre nubes, una gozada.
For The Rest Of My Life el bajo suena muy gordo, en general la percusión aquí tiene mucha presencia y Moratti cambia su tesitura y la voz se muestra algo más grave.
Palpitante Stay The Night se presenta como otro tema de porte y altura, con las rítmicas pellizcándote hace que te retuerzas de gusto.
Love es una de las mejores pistas del disco, destila elegancia y buen gusto, un medio tiempo que tiene todos los mimbres para un hit AOR, el solo de guitarra está bastante trabajado es de una gran belleza.
Abrimos la puerta a Crash And Burn donde Hoekstra despliega todas sus virtudes y Moratti arrulla con sus voces.
Otro estribillo deslumbrante resulta You Keep Me Waiting que hace que te brillen los ojos de la emoción.
Strangers tensa nuevamente las riendas, relumbrando cual medallón de oro pone el broche a este trabajo.
En definitiva, Epical luce como quien lleva orgulloso una cesta de margaritas colgada del brazo, y ahora solo queda acariciar las flores.
Cuando se alinean las buenas composiciones, impresionantes melodías y una poderosa voz resulta Epical.
Crítica de Alicia Albertos