Récord histórico para Iron Maiden en su gira ‘Run For Your Lives’, te contamos todos los detalles, spoiler al final del artículo
¡La leyenda del heavy metal, Iron Maiden, ha vuelto a demostrar su inigualable poderío en directo! La banda británica ofreció un concierto inolvidable en Londres el pasado 28 de junio, batiendo su propio récord de asistencia en un show en su país de origen durante su gira ‘Run For Your Lives’.
Se estima que entre 70.000 y 75.000 fans se congregaron para presenciar la actuación, convirtiendo este evento en el mayor concierto de Iron Maiden en el Reino Unido, tanto por el aforo del estadio como por la impresionante cantidad de asistentes.
Las redes sociales se inundaron de vídeos grabados por los afortunados presentes, inmortalizando una noche para el recuerdo. El setlist, una auténtica joya para los fans más acérrimos, incluyó clásicos imperdibles.
Un setlist para la historia:
- Run For Your Lives
- Murders In The Rue Morgue
- Phantom Of The Opera
- The Number Of The Beast
- The Clairvoyant
- 2 Minutes To Midnight
- Rime Of The Ancient Mariner
- Run To The Hills
- Seventh Son Of A Seventh Son
- Hallowed Be Thy Name
- Fear Of The Dark
- Run For Your Life
La energía desbordante de la banda, la entrega incondicional de los fans y el sonido colosal se fusionaron para crear una atmósfera mágica, una experiencia inolvidable que quedará grabada para siempre en la memoria de todos los presentes.
Pero la fiesta no termina aquí. La gira ‘Run For Your Lives’ continúa su imparable recorrido por Europa, con fechas ya confirmadas en diversas ciudades. Este sábado nos vemos en Madrid!!
Próximas fechas de la gira ‘Run For Your Lives’:
- 30 de junio – Glasgow, Escocia @ OVO Hydro
- 3 de julio – Belfort, Francia @ Eurockéennes Festival
- 5 de julio – Madrid, España @ Riyadh Air Metropolitano
- 6 de julio – Lisboa, Portugal @ MEO Arena
- 9 de julio – Zurich, Suiza @ Hallenstadion
- 11 de julio – Gelsenkirchen, Alemania @ Veltins-Arena
- 13 de julio – Padova, Italia @ Stadio Euganeo
- 15 de julio – Bremen, Alemania @ Bürgerweide
- 17 de julio – Viena, Austria @ Ernst Happel Stadium
- 19 de julio – París, Francia @ Paris La Défense Arena
- 20 de julio – París, Francia @ Paris La Défense Arena
- 23 de julio – Arnhem, Países Bajos @ GelreDome
- 25 de julio – Frankfurt, Alemania @ Deutsche Bank Park
- 26 de julio – Stuttgart, Alemania @ Cannstatter Wasen
- 29 de julio – Berlín, Alemania @ Waldbühne
- 30 de julio – Berlín, Alemania @ Waldbühne
- 2 de agosto – Varsovia, Polonia @ PGE Narodowy
Cabe destacar que este concierto marca el debut de Simon Dawson como miembro de la banda, añadiendo un nuevo capítulo a la ya extensa historia de Iron Maiden.
Además, la banda ha pedido a sus fans que limiten el uso de sus teléfonos móviles durante los conciertos, para fomentar una experiencia más inmersiva y conectar con la música de una forma más auténtica.
¡Aviso!
Este texto contiene spoilers sobre el concierto de Iron Maiden en el estadio del West Ham. Si prefieres llegar virgen de detalles a sus próximos shows, ¡deja de leer aquí mismo!
“Bienvenidos a esta noche increíble”, sonríe Bruce Dickinson, saludando efusivamente a las 75.000 almas reunidas en el estadio del West Ham. “Es un regreso a casa para Steve, y un regreso para nosotros tras 50 jodidos años.”
Dentro de una semana, Black Sabbath se despedirá para siempre, a tiro de piedra de las calles de Birmingham que les vieron nacer, en el estadio del Aston Villa. Pero esta noche, con otro lugar cargado de significado para los bajistas, Iron Maiden han vuelto a su hogar espiritual, no Donington Park, sino el East End londinense.
Que hayan tardado medio siglo en hacer lo más “Maiden” que se puede hacer, y reservar el estadio sagrado de Steve Harris, convierte la noche en una celebración aún más grande. Aunque esta gira mira atrás, centrada en aproximadamente el primer cuarto de vida de la banda —desde su debut homónimo de 1980 hasta “Fear Of The Dark” de 1992— pocas veces se les ha visto tan enchufados, vitales y llenos de energía como hoy.
A las seis de la tarde, mientras mucha gente sigue haciendo la transición del pub al estadio y el sol amenaza con convertirles en carne seca, The Raven Age sueltan su parte meteorológica. “¡Hace un puto calor aquí!”, suelta su cantante Matt James, aparentemente ajeno a la masa de piel derretida frente a él… o al detalle de que lleva chaqueta. Con el sol aún alto, intenta el clásico momento de las linternas del móvil, aunque reconoce que a plena luz es misión imposible. Lo que sí funciona en un lugar tan grande y a esas horas son temazos de metal melódico como “Forgive & Forget” o “The Day The World Stood Still”, que suenan mucho más potentes que en disco y dejan a The Raven Age cómodos y seguros sobre semejante monstruo de escenario.
También Halestorm se defienden de lujo, con el añadido de que Lzzy Hale parece la persona más emocionada de todo el recinto. Sale con capa, revienta la segunda parte de “Fallen Star” gritando “¡Kick it!” y se comporta en general como una especie de She-Ra con guitarra. Lo que se pierde el West End del teatro, lo gana el rock. Esta noche, los de Pensilvania tocan como si fueran a alcanzar sus propias sombras, y entre “I Miss The Misery” y “Freak Like Me”, demuestran toda su pegada. Lzzy, con su voz enorme, saca un grito lleno de grava que pone los pelos de punta. Eso sí, seguimos sin necesitar el solo de batería de Arejay Hale… pero aun así, Halestorm se ganan al público.
Pero nada de esto importa realmente. Cuando empiezan a rodar en las pantallas imágenes de un East London “Eddie-ficado” —The Cart And Horses, Leytonstone Tube, The Blind Beggar— ya no existe ninguna otra banda en el mundo. Ni Halestorm, ni The Raven Age, ni Linkin Park tocando en Wembley al otro lado de Londres, ni nadie en Glastonbury. Solo existen Maiden. Aun así, cuando aparecen y arrancan con “Murders In The Rue Morgue”, uno no está preparado para lo fieros que suenan. Será la emoción del momento, será por rescatar algunos temas antiguos… pero cuando encadenan un combativo “Killers” y un coreadísimo “Wrathchild”, la crudeza sin florituras hace que un estadio gigantesco se sienta como un bar mugriento.
Bruce presenta al nuevo batería Simon Dawson: “¡Habréis notado que la batería es más pequeña… y que ahora tenemos un batería al que se le puede ver!”. Y aunque nadie podrá trazar las canciones como Nicko McBrain, retirado, Dawson hace un trabajo impecable. Y eso que tiene el marrón de abarcar el repertorio tan amplio que Maiden crearon en los doce años que abarca el set, desde los mazazos directos del principio, pasando por épicos como “Phantom Of The Opera” y “Hallowed Be Thy Name”, hasta himnos como “Run To The Hills” o “The Number Of The Beast”.
La producción es otro nivel. A medida que el show evoluciona de los temas más primitivos hacia el drama visual, cada momento está arropado por unas proyecciones perfectas. Las imágenes de terror en “The Number Of The Beast”, o los cambios de arte en “Powerslave” (con Bruce saliendo con máscara incluida), están entre lo mejor que Maiden han montado nunca. Pero el auténtico bombazo llega con “Rime Of The Ancient Mariner”, que suena por primera vez en casi 20 años en esta gira. “Estamos en el East London, bastante cerca del mar”, bromea Bruce, mientras las pantallas muestran océanos helados y el barco condenado de la canción. En el interludio largo y cavernoso de bajo, el escenario se llena de niebla y las pantallas de almas flotando en aguas turbias, consiguiendo que las 75.000 personas bajo el sol se sientan atrapadas en ese vacío claustrofóbico. Es una pasada.
Esta noche estaba destinada a ser una victoria fácil. Pero Maiden nunca han sido de ir a lo fácil. Llevan 50 años tocando como si tuvieran todo por perder y un día que aprovechar. Por eso, incluso con un repertorio tan histórico, siempre meten alguna sorpresa, como marcarse un tema de casi 14 minutos basado en un poema del siglo XIX ante tantísima gente. Hubiese sido bonito un homenaje al desaparecido Paul Di’Anno o algún tema de “No Prayer For The Dying”, que no aparece por ninguna parte. Pero por lo demás, cuando suena “Always Look On The Bright Side Of Life” por la PA tras el bis —y Steve Harris, encantador, se cambia a una camiseta de fútbol—, sales convencido una vez más de que esta es la mejor banda de heavy metal que jamás ha existido… y que nunca han estado mejor que ahora. Estos, sí, son sus “golden years”.
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