El vocalista desmiente ser el objetivo de los últimos ataques de Yngwie Malmsteen y reitera su deseo de amistad
La relación entre Jeff Scott Soto y Yngwie Malmsteen ha sido una saga de idas y venidas, rumores y declaraciones. Recientemente, un ataque en línea del guitarrista sueco volvió a poner a sus ex-cantantes en el punto de mira. Sin embargo, Jeff Scott Soto ha sido claro: él no era el objetivo.
En una entrevista con «Artists On Record With Stefan Adika», Soto desmintió que el reciente arrebato de Malmsteen tuviera que ver contigo. «Mi teléfono estuvo sonando durante dos días», comentó, «todo el mundo pensó que hablaba de mí otra vez, pero no era así». El vocalista explicó que Malmsteen se refería a otros dos ex-cantantes que están realizando shows «tributo» a su época con el guitarrista, algo que Malmsteen considera una capitalización de su «marca».
Soto, quien puso voz a los dos primeros álbumes de Malmsteen, «Rising Force» (1984) y «Marching Out» (1985), quiso dejar claro que él no está «haciendo nada donde salga a hacer shows de Yngwie o tratando de capitalizar su nombre o su legado». Para él, se trata de celebrar su propia historia: «Solo publico cosas en línea para celebrar mi participación, celebrar las cosas que hice con él, porque yo también tengo un legado».
Una carrera más allá de Malmsteen
Cuando Malmsteen cuestionó en su publicación qué habían «grabado» o «creado» sus ex-cantantes en los últimos 30 o 40 años, Soto tuvo una respuesta contundente. «Definitivamente no puedes aplicarme eso a mí», afirmó. Su trayectoria es prueba de ello:
- Más de cien discos grabados.
- Ocho álbumes de estudio en solitario.
- Numerosos trabajos con bandas como Talisman, Sons of Apollo y Journey (brevemente).
Este extenso currículum demuestra que su carrera ha sido prolífica y constante, lejos de depender únicamente de su pasado con Malmsteen. Soto insiste en que su objetivo actual es la paz y la armonía con todas las personas con las que ha trabajado.
«Tengo 60 años», dijo Soto, «quién sabe cuánto tiempo me queda en este planeta. Quiero irme sin enemigos, con un historial limpio». Su deseo es tan simple como poderoso: ser amigo de Malmsteen de nuevo, no buscar una reunión profesional. «No necesito nada de ti. Tú no necesitas nada de mí, pero solo quiero volver a ser tu amigo», fue el mensaje que Soto quiso enviarle a su ex-compañero.
«Hey, escucha, Yngwie. Tenemos mucha historia, hombre. Nos remontamos más de 41 años. Hicimos buena música juntos. Pude cantar en tus dos discos clásicos que todo el mundo ama, y en algún punto del camino tropezamos con algunos obstáculos, con algunos baches, con algunos muros. Dejémoslos a un lado. Volvamos a compartir. Seamos amigos. No necesito nada de ti. Tú no necesitas nada de mí, pero solo quiero volver a ser tu amigo. Ahí está mi rama de olivo extendida una vez más. Te quiero, te respeto, y valoro y atesoro todo lo que hice contigo y para ti. So si podemos arreglar esto algún día, estoy totalmente dispuesto.»
Desencuentros pasados: Agoura Hills y derechos de autor
No es la primera vez que la tensión entre ambos sale a la luz. En 2022, Soto afirmó que Malmsteen amenazó con cancelar un concierto en Agoura Hills, California, si él permanecía en el recinto. Soto lo negó rotundamente, asegurando que solo estaba allí para ver a una banda amiga y que, al enterarse de la situación, se marchó. Malmsteen, , lo acusó de «colarse sin pagar» y de «inventar historias para llamar la atención».
También hubo un cruce de declaraciones hace ocho años sobre la autoría de letras y melodías en los primeros álbumes de Malmsteen. El guitarrista afirmó haberlo escrito «todo», mientras que Soto insistió en que «co-escribieron algunas de esas canciones» y que él «autorizó esas canciones». Este tipo de conflictos subraya la complejidad de una relación que se extiende por décadas.
Otros vocalistas que han trabajado con Malmsteen, como Joe Lynn Turner y Tim «Ripper» Owens, también reaccionaron a la publicación del guitarrista, calificando sus palabras como «los desvaríos de un megalómano que intenta desesperadamente justificar su propia inseguridad». Esto demuestra que la situación de Soto no es un caso aislado, sino parte de un patrón más amplio en la órbita de Malmsteen.
A pesar de todo, la postura de Jeff Scott Soto se mantiene firme: la búsqueda de la paz. Su deseo es simplemente dejar atrás las rencillas y recuperar una amistad que se forjó hace más de cuatro décadas, una actitud que muchos fans del hard rock clásico apreciarían ver. Hard rock clásico: Un estilo de rock surgido en los 70, caracterizado por guitarras eléctricas prominentes, voces potentes y estructuras de canción enérgicas.
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