La banda de Axl Rose explica la polémica reacción del vocalista durante un concierto en Argentina.
Si seguiste las noticias de Guns N’ Roses la semana pasada, seguro que te enteraste del revuelo por lo que pasó con Axl Rose en Buenos Aires. Las imágenes de su reacción en el escenario corrieron como la pólvora, y la banda por fin ha dado su versión oficial.
El suceso ocurrió durante la segunda de las dos noches que la banda ofreció en el Estadio Huracán, un concierto que, en teoría, marcaba el inicio de su nueva gira por Latinoamérica. Todo comenzó con ‘Welcome to the Jungle’, uno de esos temas que sabes que van a levantar al público desde el primer acorde.
Pero algo no iba bien. Las grabaciones de los fans que rápidamente llegaron a internet mostraron a Axl marchando hacia la batería en mitad de la canción. Viste cómo pateó el bombo de Isaac Carpenter, el nuevo batería, no una, sino dos veces. Unos instantes después, lanzó su micrófono contra el kit y se marchó del escenario, quitándose la chaqueta de cuero y diciéndole a la multitud: ‘¡Así que lo intentaré improvisar!’
Tras unos días de silencio y especulaciones, la propia banda ha usado sus redes sociales para explicar lo que ellos llaman el ‘descontrol’ de Axl. Y, sinceramente, la justificación tiene su lógica, aunque la forma de reaccionar quizás no fuera la más diplomática.
Durante la canción de apertura en nuestro reciente concierto de Buenos Aires, el pack de monitor in-ear de Axl solo tenía la percusión en sus oídos en lugar de su mezcla completa. El problema fue solucionado por nuestro equipo técnico para la tercera canción, y tuvimos una gran noche. La situación no tuvo nada que ver con la forma de tocar de Isaac Carpenter, que es de primera categoría y un gran batería.
Está claro que los problemas técnicos en vivo son una pesadilla para cualquier músico, y la frustración puede ser enorme. Lo entiendo perfectamente. Pero, ¿lanzar el micrófono y pagarlo con el batería, que no tuvo culpa alguna? Y además, ¿por qué tardar cinco días en aclarar una situación tan visible?
Quizá por mi lado más técnico, estas cosas me enganchan especialmente. En el fondo, todos tenemos días malos en nuestro trabajo —¿o acaso Axl no ha tenido noches vocalmente desastrosas en su carrera?—. Pero lo fácil es cabrearse y pagarlo con los técnicos, esos “dioses del cable” que siempre acaban siendo los héroes invisibles del show. A veces las cosas fallan, amigo Axl… y hay que dar gracias si te lo arreglan en la tercera canción. Otros llevan años y aún siguen desafinando.
Al final, la música siguió y la noche fue ‘genial’, como ellos dicen. Pero, a veces, la reacción inicial es lo que queda grabado en la retina de los fans. Tú, ¿qué piensas de todo esto?
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