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Repasamos lo vivido en las 3 jornadas del Rock Imperium Festival que este 2023 ha seguido dando pasos para asentarse como uno de los grandes

Rock Imperium Festival va camino de convertirse en uno de los grandes eventos veraniegos más importantes para los amantes del Rock. Siguiendo la estela de su estreno en 2022 el cartel de 2023 llegaba repleto de grandes nombres y con un buen número de infiltrados de alto nivel recordando a los buenos tiempos de Rock Fest Barcelona. Así disfrutamos de cada una de las 3 jornadas de las que constaba esta nueva edición.

Crónica de la 1ª jornada del Festival Rock Imperium del jueves 23/06/2023

Cuando entramos, estaba Steve and the Sea Gulls, y la verdad es que mola mucho el rollo metalizado de tramperos que llevan, con sus banjos y guitarras acústicas, y sus gorritos de castor. Me recuerdan en producto a Brass Against y sus versiones de Tool, como producto ligado a la comunidad del metal, pero sin serlo, y le dan un toque fresco y diferente al festival. Seguro que este verano se hinchan. Empezó después Saratoga, y lo siento, no son santo de mi devoción. No hacen falta tantos gritos, tío, y si, Tete éste es buenísimo, no lo discuto, pero parece una caricatura de sí mismo haciendo gritos imposibles.

Nos subimos al tercer escenario, este año mejor colocado, sin necesidad de salirnos del festival, y cerca de la zona de camiones de comida, lo cual se agradece. Arriba en el escenario, nuestros compatriotas Ciclón, pura pasión metalera y entrega hispana. Me gustaron. Nos volvimos a bajar porque empezaba Blind Guardian y estuvo bien. 30 años después y 30 kilos… menos, Hansi y su estética de profesor de religión de instituto, se marcó un set fantástico que, con sus rasgados y diversos estilos, cumplió a la perfección. Me sorprendió mucho Blind Guardian, que creo haber visto por última vez en un Kobetasonic en Bilbao en 2008…

Yo dejé los dragones, bardos y Twilights ya hace años, y alguna foto tengo por ahí con una camiseta guapísima amarilla del Imaginations, pero reconozco que ayer me hicieron reencontrarme con mi yo veinteañero. Acabaron, y aquello empezó a llenarse de gente. Llegaba la Pumpking United, y la verdad es que estuvo muy bien. Sin exaltarme, pero bien. Yo que llevaba en el instituto la carpeta forrada de calabazas… oía ese Future World un poco con desgana.

Un grupo con 3 guitarras y 3 cantantes, en principio, un show, y musicalmente repleto de todo a rebosar. Kiske, bien, con muchos trucos, y Deris, la hostia. Me sorprendió el set tan cañero que llevan, donde encaja perfectamente Hansen, con un 70% de Walls of Jericho en el set, seguro. Hasta el Gorgar, macho.

Pero no sé, ya no soy tan power, amigos. Nos volvimos a la zona de comida y arriba, los Tygers of Pan Tang, ¡hostia! ¡Qué NWOBHM más limpio y cojonudo! Rodeados de compatriotas isleños muchos más viejos que el sol, ¡me parecieron lo máximo! Busqué en Wikipedia qué cantante era ese que en sus cincuenta y muchos cantaba tan bien, y creo recordar que es un tipo italiano que está en Tygers of Pan Tang desde 2004… geniales. Tocaron algún tema más moderno, y pensé que eran Tygers of Skid Row, por cómo sonaba el pollo, las guitarras y el bajo tan marcado…

Bajamos de nuevo a los escenarios principales y ya estaba sonando Stratovarius. El que sustituye a Tolki, un máquina, y el Koltipeto, acojonante. Pero todo el mundo estaba tumbado en el césped, ya estaba hasta la polla de power, me pareció a mí.

Ah, se me olvidó mencionar que en algún momento vimos debutar a unos noruegos con un aire modernete al estilo de Bring Me the Horizon, pero sin ser tan guturales, y los buscaré a ver qué tal. Fixation from Norway, dijo el chaval. Un 9 muy power con mucho dragón.

Crónica de la 2ª jornada del Festival Rock Imperium el viernes 24/06/2023

La verdad es que nunca me he visto en una situación tipo Bruce Willis de tener que elegir entre cortar el cable azul o el rojo, pero la decisión de ayer entre ir a ver a Chez Kane o pasar una mañana relajada con amigos en la piscina y disfrutar de una comida tranquila, será una de las decisiones más difíciles de mi vida…

Al final, ir a un festival con amigos tiene sus complicaciones, por muy bien que planifiques, no todo encaja en la realidad, aunque en el papelito que llevas impreso con los horarios todo parezca perfecto…

Llegamos al recinto con una marcha legionaria que yo marcaba al grupo, y no era para menos, sonaba «Midnight Flyer» de Night Flight Orchestra, y uno se emociona casi sin quererlo. Sonaba potente, a pesar de que estábamos bastante lejos. Al acercarnos, pude presenciar un espectáculo de primera con una banda de rock y sus dos coristas femeninas al estilo de los Rolling Stones. Repito, el sonido era impresionante, y supongo que se pueden imaginar cómo animaron al público temas como «Divinyls» o «Gemini»… Mientras tanto, los chorros de agua lanzados al cielo causaban estragos en las primeras filas del público, ¡pero qué gusto, claro! Hasta ahora, lo mejor del Imperium.

Y llegaba el segundo del día, HEAT, lo cual mucha gente esperaba con ansias. Aunque aún no sean muy conocidos por el gran público, se nota que ya tienen muchos seguidores y que la comunidad de amantes del hard rock era mayoría ayer.

Nos movimos unos metros a la izquierda y apareció el pequeño vikingo con su melena infinita saltando. ¡Madre mía, no para! Supongo que desayunarse 3 Red Bulls tiene sus consecuencias, ¿no?

Temazo tras temazo, se marcaron una hora y veinte de espectáculo lleno de energía, aunque quizás al vocalista, Leckremo, le sobró un poco de palabrería. Un 9 muy alto, pero que se fue diluyendo al final…

Hicimos el mismo movimiento horizontal, pero esta vez hacia el escenario de la derecha y entre mucha más gente, y nos colocamos en un lugar fenomenal para ver a Europe, los terceros suecos del día.

Profesionales, efectivos, perfectos. Se notaba que Joey no estaba en su mejor momento, se le veía un poco afectado, pero creo que hicieron el mismo set que el año pasado.

O al menos eso me pareció, quitándole un poco de emoción a muchas personas que también repetían la experiencia del año anterior. No quiero ni imaginar cómo nos sentiremos cuando toquemos dos fines de semana seguidos en el mismo pueblo… ¡Ya estarán hartos de nosotros, seguro!

Empezar con ese tema a medio gas, «Walk the Earth», no ayudó mucho, y ver a la gente un 80% menos emocionada que en 2022 con «Cherokee» o con el clásico final, «The Final Countdown», confirma que dos años seguidos haciendo casi lo mismo… tienes que ser muy fanático.

Y bueno, yo soy de los que tiene todo en CD y ahora también en vinilo, ¡incluso tengo el primero con la portada de sus caras!

Y para terminar, la historia del rock hecha carne. Allí, al fondo y entre un montón de personas, estaban tres de los pioneros de todo esto. Cualquier cosa que yo diga sería una gran herejía y una falta de respeto hacia estos señores que ya le daban golpes a sus instrumentos cuando mis padres ni siquiera se conocían, y eso que gasto 50 castañas hace casi un año…

Quizás su show carecía de frescura, con interludios musicales que lo ralentizaban, pero es que Gillan, el hombre, no puede dar más. A ver si nosotros estamos tan enérgicos a los 78 años, que con un puro y un sombrero parece que viene directo de ver los toros en Las Ventas…

No hubo tantos éxitos grandes como esperaba, pero cayeron algunos, y lo que es innegable es que Purple siempre sonará a Purple, con un Airey espectacular que marca el sello de la casa al estilo de Lord, que en paz descanse.

Si Marty McFly hubiera aterrizado ayer en Cartagena, se habría quedado impresionado al ver a Deep Purple sonando como en los viejos tiempos en el año 2023.

Dejamos el espectáculo mientras sonaba «Perfect Strangers», a regañadientes por mi parte, pero la mirada de mi pareja me atravesaba el pecho, es lo que tiene ir a festivales durante tantas horas y tantos días con más gente.

Crónica de la 3ª y última jornada del Festival Rock Imperium el sábado 25/06/2023

Pues nada, amigos, ayer se acabó esta segunda edición del Imperium, cerrando de manera colosal unos Kiss en fantástica forma y unos durísimos Skid Row que retuvieron al público que resistía a irse para casa, tirados por el césped del recinto como intentando esquivar la realidad del lunes que ya era…

Llegamos pronto al recinto. Iban a tocar Nestor, los cuales nos dieron el disgusto del día. Desde bien temprano leímos en redes que se caían por enfermedad de su vocalista… Esta vez el cambio no fue por pulpo, no. Supongo que entre las huestes aoreras, la reserva de los 91 Suite locales, pues como que nos quitaba un poco el enfado… A mí personalmente me dio mucha rabia por ellos y que los usen siempre de comodín de la llamada, cuando tenían que haber estado en los carteles desde el día cero de promocionarse este Imperium II. ¿Acaso alguien se imagina un Albacete Metal Fest sin Angelus Apatrida todos los putos años? Pues eso, vergüenza de los organizadores no contar de inicio con el mejor grupo de Hard Rock que ha dado nunca Murcia y estas tierras, y tenerlos aquí casi como de músicos residentes. Y de nuevo, el implacable efecto reverb a lo Europe, no iban a ser ellos diferentes, pero los chavales se lo merecen una y otra vez porque son buenísimos. Orgullo patrio, que por decirlo no quede.

Me sorprendió gratamente su versión del «Animal» de Def Leppard, muy fiel y digna con lo chunguilla que es. Tras 50 minutos de show y cerrando con el ya clásico y coreado «Hard Rain», dieron paso a la sensación del metal, la banda del pequeño chileno de moda y el yernísimo de Lynch. Y no defraudaron. De lo mejor del festival, la Elegant Weapons, y su versión en directo, dejando en casa la sección rítmica. Ronnie, es la hostia en verso duro, el micromachine del metal, el pequeño nuevo Dios de todo esto y Faulkner, ahahaha, menudo hacha amigos, y con pinta de no haber roto un plato en su puta vida. El menda te cubre desde los riffs más pesados que pudiesen salir de la fumeta Down, pasando por la Alice In Chains más oscura, hasta acabar en partituras como ideadas por su mismísimo suegro con la Dokken. Hard rock kilatero en manos de un rubiales mosquita muerta y su catálogo de hachas Gibson exclusivas de colección. Pa eso lo gana. Lástima que su show no va más allá de los 10 temas del disco, más un «War Pigs» de Black Sabbath, cosa que ellos mismos dijeron: ¡No hay más, amigos! Ronnie hizo un pequeño amago a la Rainbow entre risas y chascarrillos en español con los presentes, de las que Faulkner, ni papa, pero nada, la cosa no fue adelante aunque el público insistió bastante… para la próxima. Un 10 muy tempranero.

Y nada, nos pasamos a la casa de los monsters, Lorrrdi (como dicen los fineses). Os puedo asegurar que aquel 2006 yo también gané Eurovisión junto a ellos, de cómo lo viví. Eran, el puñetazo del metal encima de la mesa de la tontuna musical que domina el panorama desde hace muchos años, y un poquito sí que nos reivindicamos todos como diferentes, junto a sus extravagantes disfraces de pesadilla tolkiniana a lo látex… pero … no sé, para llenar 80 minutos de festival, al sol de Cartagena, … no sé, no sé, Rick… 4 temas de marras, el «Rock Hard Alleluyah», y poco más.

Aquí abro el primer debate, de si este tipo de producto debe ocupar un escenario principal, siendo ya segunda línea de playa, y sobre todo, durante tantísimos minutos… Simpáticos, resultones, jiji, jaja, …pero 80 minutos de jodidos monstruos….

Y nada, la tarde se iba echando, moverse por el recinto ya era casi imposible con la Spanish Kiss Army venida de todos lados, junto a hijos, abuelos y achiperres varios como mantas y zampa de merienda. Y en los alrededores del main stage, movimiento celular cero o cuasi cero, con la gente ya con pica al suelo, y eso que quedaban fácil casi 4 horas para empezar el show al que claramente todos habían venido. Nadie quería moverse ya un centímetro.

Y empezó la Winery Dogs en las tablas de al lado. Tres virtuosos e históricos de lo nuestro, llenando un escenario fácil de 200m2… De esto abro otro debate, y mira que a mí me flipan, pero no sé si es buen producto subalterno para un festi masivo. No vi a muchos prestar atención al maestro de las 4 cuerdas Sheehan, a los porrazos sincronizados de Portnoy, o a los riffs a dedos desnudos de Kotzen… no sé. Creo que el 60% o más del aforo usó ese rato para irse de avituallamiento, perdiéndose a un combo único e irrepetible. Hasta los bostezos de Richie le salen en clave Soul, ¡qué feeling, tío!

Y nada, empezó el gran show de Kiss. Con cuatro hinchables gigantes de ellos mismos, salió la banda más grande del planeta demostrando que si alguien tiene pasta para tontunas escénicas, plataformas móviles, cohetes y confeti a cascoporro, son ellos. Y lo hicieron genial, de verdad. El show de los shows. La última vez que los vi, allá por 2018 en un Resu, pincharon un poco en hueso con un Paul un poco afónico, pero 5 años después, y esperándome lo peor, me fui con un zascas bien dado en toda la boca.

El show, el de siempre, con un Eric Singer muy en forma, y un Tommy Thayer genial, que para mí, es el mejor guitarrista anejo que han tenido, obviando al hombre del espacio original. Este tipo siempre me ha flipado, soy de los que pongo el primer LP de Black N Blue a la altura de la mejor Ratt. Los dos originales, fantásticos, con un Stanley muy muy chapas infantil a lo Leticia Sabater hablando a parvularios, y un Gene, justo, correcto y esperado.

Tras tirolinas y tramoyismos varios, y con el «I Wanna RnR All Night» de fondo, explosión de millones de confeti, que hoy los de la limpieza de varios pueblos a la redonda, seguro se acordarán de sus muertos, porque la bomba de papelitos subió a la estratosfera… Quedaban 6000 pavos de fuegos artificiales, un «Kiss loves Cartagena» en todos los luminosos, y cada mochuelo a su olivo. Eso al menos, a la Kiss Army, con mogollón de sus retoños dormidos por las mantas en el césped, o en brazos de sus papis carapintadas.

A nosotros, y para acabar de fundir la pasta de las pulseritas, cervecita final con la nueva Skid Row y su flamante niñato al frente. La madre que lo trajo, amigos. Marcarse 4 o 5 temas seguidos a lo Sebastian Bach, no lo hace nadie, y si ya me dejó loco «Gronwi» con el «Living on a Chain Gang» y el «Makin’ a Mess», con el «Quicksand Jesús» ya me remató de lleno. La puta hostia, me rindo al chaval. Y respecto a Skid Row, madre mía qué banda más compacta y «dura», con la formación clásica con más tiros pegados que el coche de Bonnie and Clyde. Quizá tenían que haber tocado antes de Kiss y haber dejado a los perros bodegueros y el virtuosismo friki para el final… Aun así, festivalazo.

Un Nadia Comaneci (10.00) a la organización (perdonamos lo de la 91 Suite, pero por favor que no se repita), que de los errores se aprende, y deseando que la semana que viene filtren ya los primeros nombres del Impe 3. Seguro que alguna Maiden, Metallica, Guns, y gente de este pelaje y caché caerán seguro para seguir afianzando esta nueva marca entre los festis más importantes del país… ¿pero a que un Journey sería la hostia, o no? ¡Buah, chaval!

Por cierto, un saludo a la persona que hace los timetables y asigna slots. Seguro que encajar tanto ego, cachés, tiempos, estilos, orden de bandas y etc., aún no lo hace ni Excel ni Paint solos. ¡Madre mía, y yo aquí criticando!

Crónica y Fotos de Carlos Parro

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