Eric Clapton regresa a España en mayo de 2026 con conciertos en Madrid (Movistar Arena) y Barcelona (Palau Sant Jordi). Fechas, horarios, precios, VIP y venta de entradas oficiales
Buenas noticias para los amantes del blues rock: Eric Clapton regresa a España más de dos décadas después con dos conciertos únicos dentro de su gira europea de 2026. La cita será el jueves 7 de mayo en el Movistar Arena (Madrid) y el domingo 10 de mayo en el Palau Sant Jordi (Barcelona), ambos con inicio previsto a las 21:00 h. Las entradas salen a la venta el miércoles 22 de octubre a las 10:00 h en Ticketmaster y El Corte Inglés.
Clapton, que cumplirá 80 años en 2025, enmarca ambas fechas en un tramo europeo que incluye paradas en ciudades como Budapest, Praga y Cracovia antes de aterrizar en España.
Fechas de los conciertos de Eric Clapton en España en 2026
- Madrid — Movistar Arena
Fecha: 7 de mayo de 2026 (21:00 h) · Entradas: 22 de octubre, 10:00 h - Barcelona — Palau Sant Jordi
Fecha: 10 de mayo de 2026 (21:00 h) · Entradas: 22 de octubre, 10:00 h
Compra aquí tus entradas, y recuerda usar solo canales de venta oficiales
Cómo y dónde comprar las entradas
- Venta general: miércoles 22 de octubre a las 10:00 h (LiveNation.es, Ticketmaster y El Corte Inglés).
- Puntos de venta oficiales (recomendados para evitar sobrecostes y fraudes): Live Nation, Ticketmaster y El Corte Inglés.
- Política de edades: menores de 16 años acompañados por adulto responsable (Madrid). En Barcelona, acompañados por padre/madre/tutor legal y formulario de acceso de menores con QR obligatorio.
Precios y categorías
Madrid — Movistar Arena
- Pista A (PL1): 165 € + gastos
- Grada (PL2–PL7): 145 € / 125 € / 95 € / 85 € / 45 € + gastos
- Pista B (PL4): 110 € + gastos
- Palcos: PL3 125 € / PL7 45 € + gastos
- VIP: Gold Hot Ticket (230 €), Silver Hot Ticket (200 €), Premium Lounge (385 €), Express Pista A (215 €) + gastos.
Barcelona — Palau Sant Jordi
- Pista A (PL1): 160 € + gastos
- Grada (PL2–PL8): 140 € / 120 € / 90 € / 80 € / 70 € / 45 € + gastos
- VIP: Gold (225 €), Silver (195 €), Premium Lounge (380 €), Express Pista A (210 €) + gastos. (
Importante: habrá Platinum (precio dinámico según demanda) sin extras añadidos, y en algunos sectores “Asiento Junto Pasillo” con recargo; consulta la ficha de tu ciudad antes de comprar.
Jim McCarty, el último miembro original de The Yardbirds, desvela los complejos inicios de Eric Clapton: su carácter, su inquebrantable dedicación al blues y las tensiones que forjaron su leyenda
Cuando hablamos de The Yardbirds, hablamos de una auténtica fragua de leyendas de la guitarra. Antes de que nombres como Jeff Beck o Jimmy Page dejaran su huella imborrable, hubo un joven prodigio que sentó las bases: Eric Clapton. Su paso por la banda entre 1963 y 1965 fue breve, pero crucial, marcando el inicio de una carrera que lo elevaría a la categoría de icono.
Ahora, décadas después, tenemos el privilegio de asomarnos a esos años formativos a través de los ojos de alguien que lo vivió en primera persona. Jim McCarty, el carismático batería y el único miembro original superviviente de The Yardbirds, ha compartido recuerdos reveladores en una reciente entrevista, pintando un retrato íntimo de un Clapton en plena búsqueda de su sonido y su identidad.
McCarty nos transporta a un Eric Clapton marcado por un pasado complejo, una infancia que, lejos de sus padres biológicos, fue moldeada por su abuela. Esta circunstancia personal, según el batería, fue clave para entender su conexión con el blues. ‘Eric venía de una educación difícil, porque en realidad no fue criado por sus padres. Fue criado por su abuela, a quien él creía su madre. La conocimos, y era una mujer encantadora, muy parlanchina y muy amable. Pero eso le dio una perspectiva desafiante de las cosas, y creo que asumió el blues como su cruzada personal’, recuerda McCarty.
Pero no solo el dolor y la búsqueda de identidad definían al joven Clapton. También había una ambición palpable y una conciencia de su imagen. ‘Estaba totalmente dedicado al blues, y también parecía muy ambicioso y muy interesado en la moda y en su aspecto. Se aseguraba de ir vestido con lo último, con la ropa más cool. Incluso cuando vino a la audición, iba muy bien vestido’, explica McCarty. Y añade: ‘Y cambiaba. Primero, era un estilo Ivy League, y llevaba un corte de pelo a cepillo, y luego de repente se dejaba crecer el pelo y las patillas y usaba ropa diferente y se convertía en una persona diferente’.
Esa ambición se traducía en una dedicación férrea a su instrumento. Antes de forjar su inimitable estilo, Clapton era un estudiante aplicado. ‘Eric obviamente iba a llegar lejos. Lo sabías, sí, algún día será una gran estrella, porque estaba impulsado a hacerlo, y se estaba ganando una reputación mientras tocaba con nosotros. Solía copiar solos de blues —Matt ‘Guitar’ Murphy o Buddy Guy o alguien— y los copiaba nota por nota antes de encontrar su propio camino’, detalla McCarty. Su seriedad con el blues era innegable, aunque también era capaz de ‘bromear bastante’ y hacer ‘voces divertidas’.
Sin embargo, bajo esa fachada de seriedad y ambición, Clapton era un alma inquieta y, a menudo, distante. ‘Pero era un tipo muy malhumorado’, revela McCarty. ‘Viajábamos en una furgoneta de reparto, yendo a los conciertos, y él se sentaba en la esquina y no hablaba con nadie. El resto de nosotros estábamos haciendo el tonto, y él estaba en su pequeño mundo, obviamente bastante infeliz con cómo iban las cosas’.
Esta ‘infelicidad’ de la que habla McCarty era más que un mero mal humor. Representaba una profunda brecha creativa que se abría entre Clapton y el resto de The Yardbirds. Mientras la banda luchaba desesperadamente por la relevancia, buscando ese ‘hit’ que los mantuviera a flote en las listas, Eric se negaba a comprometer su visión purista del blues.
El punto de no retorno llegó con la canción ‘For Your Love’. La sugerencia de Paul Samwell-Smith de incorporar un clavecín y un bajo con arco fue la gota que colmó el vaso para Clapton. ‘Eran todas buenas canciones, pero no iban a ser éxitos. No destacaban como ‘For Your Love’ lo hizo, y cuando Paul Samwell-Smith sugirió que la hiciéramos con clavecín y bajo con arco y todo eso, a Eric no le gustó cómo se estaba desarrollando. Él pensó que nos estábamos vendiendo’, confiesa Jim McCarty.
La decisión de Clapton fue clara: dejar The Yardbirds. Su siguiente paso, unirse a John Mayall & The Bluesbreakers, fue una declaración de intenciones, un regreso a las raíces del blues que él consideraba su verdadera vocación y el inicio de su carrera más legendaria.
Curiosamente, la salida de Clapton abrió la puerta a otros dos titanes de la guitarra: primero Jeff Beck y luego Jimmy Page, consolidando a The Yardbirds como una banda seminal en la historia del rock, no solo por su música, sino por el talento que incubaron.
Este repaso a la historia de The Yardbirds y sus miembros fundadores cobra una resonancia especial con la reciente noticia del fallecimiento de Chris Dreja a los 79 años, a principios de octubre. Dreja, bajista original y guitarrista posterior, era a menudo llamado ‘el otro’ guitarrista de The Yardbirds, compartiendo escenario con los tres legendarios músicos de los 60: Clapton, Beck y Page. Su partida deja a Jim McCarty como el único miembro original vivo, un guardián de la memoria de una era dorada.
Las palabras de Jim McCarty no solo nos ofrecen una ventana al joven Eric Clapton, sino que también nos recuerdan la compleja química que dio vida a una de las bandas más influyentes del rock. Un testimonio invaluable que sigue resonando en la leyenda de estos pioneros.

