Review. Beth Hart y Joe Bonamassa -“Black Coffee”

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Os dejamos hoy nuestra review del nuevo trabajo de Beth Hart y Joe Bonamassa titulado “Black Coffee” y publicado por Mascot Label Group

Llevo unos días escuchando de principio a fin el Black Coffee de estas dos bestias del escenario. Tengo que decir que nunca me resulta fácil enfrentarme a los trabajos de Hart y Bonamassa. ¿Por qué? Vamos a ver.

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Sigo a Beth Hart desde los noventa del siglo pasado; no soy precisamente un chavalín. Me quedé enganchado a su absoluta carencia de inhibición sobre el escenario y, sobre todo, a una voz brutal que parece querer arrancarte las tripas muy despacio, a pedazos. Eran los tiempos de su “Am I the one?”. Beth canta tanto como grita, ruega, reprocha. Actúa tanto como se contorsiona, sus ojos buscan refugio en algún punto en el infinito. La versión que Beth hace del “Whole lotta love” de Led Zeppelin está entre mis debilidades. Habré repasado sus estudios y sus directos un millón de veces, con momentos cumbre en el “Live at Paradiso”, con Beth mezclándose con el público, rompiéndose al piano y revolcándose por el suelo al ritmo de la guitarra de Jon Nichols, para mí uno de los grandes apoyos de la cantante a lo largo de los años.

Poco más o menos lo mismo puedo decir de Bonamassa en cuanto a cuántas horas habré dedicado a sus fraseos, sus riffs y su permanente despliegue de técnica. Al bueno de Joe lo descubrí más tarde, pero debo admitir que me dejó loco cuando le vi abrir para B.B. King con doce añitos. De niño prodigio a guitarrista respetado, me decanto por su sonido cuando sus formaciones son tríos. Me parece un guitarrista potente, fiable, impecable y preciso en sus solos y fraseos. Esto es decir mucho de cualquier, más si cabe cuando hablamos de bluesrock eléctrico, duro y contundente.

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Me encantó escuchar a Joe cuando, hará ya unos años, presentó a Beth por primera vez. Comenzó así una relación larga y duradera entre un gran guitarrista que ganaba la que veo como una de las mejores voces femeninas de rock y una gran cantante que se veía respaldada por la enorme banda de un gran músico. Y, sin embargo…

… desde el álbum “Don’t explain”, plagado de enormes versiones de intocables de todos los tiempos, como Etta James, Ray Charles o Tom Waits, hasta el directo “Live in Amsterdam”, con momentos álgidos “Your Heart Is As Black As Night” o “Strange Fruit”, vengo siguiendo lo que me parece un pequeño “desequilibrio” en la pareja. Echo de menos mucha de la fuerza desgarradora que hacía de Beth una de mis favoritas de todos los tiempos. Ha crecido, ha madurado, sigue cantando como los ángeles, pero me falta la locura, la facilidad para hacerse una con un público, estoy seguro que sigue estándolo, siempre entregado. Sin embargo. Bonamassa ha logrado ese punto de fuerza, calidad y versatilidad vocal que Hart deja en cada segundo de sus interpretaciones. En resumen, un guitarrista eficiente, preciso y fiable se beneficia de todo lo que una de las mejores de la historia puede ofrecer. Entretanto, una cantante salvaje, de cualidades casi ilimitadas, puro corazón y entrañas, se afianza en su madurez personal y profesional. En realidad, aquí solo hay un fan que, con poca o ninguna objetividad, se atreve a decirle a los grandes si tienen o no derecho a crecer.

Beth hart & joe bonamassa - black coffee (official music video)

Dicho esto, vamos con el disco que nos ocupa; “Black Coffee”. Lo he escuchado solo y acompañado, con dedicación absoluta y haciendo otras cosas y, ahora que empiezo a poder tararear los solos tanto como las letras, puedo decir que es un disco compacto, redondo, impecable. No son juegos de palabras. Hasta ahora, los álbumes de Beth y Joe eran todo eso: perfectos, perfeccionistas  correctísimos. Creo que este disco podría devolverme lo que venía echando de menos del lado de Hart; su lado más salvaje y desgarrador.

Hart bonamasssa live

Conocía el Give it everything you got de Edgar Winter y su White Trash, aunque no era uno de mis temas favoritos. Hart y Bonamassa le dan el mismo aire salvaje y canalla del original, que también he recuperado gracias a “Black Coffee”. Además, Beth Hart abre con toda su alma. El tema no pierde intensidad ni un solo segundo. Un nuevo clásico para mis temas de cabecera. Seguimos con Damn your eyes, una fantástica balada, puro amor, como solo Beth puede interpretar. El respaldo de la banda, coros, ambiente y, desde luego, los perfectísimos solos de Bonamassa añaden todo lo necesario para que sea fácil imaginar que estás en un pequeño club, con mesas de mantel rojo, pequeñas lámparas, bourbon y una nube de humo mientras la banda reina en el escenario. Beth se cimbrea con cada solo de Bonamassa, por supuesto. Mi cabeza vuelve al Paradiso con Black coffee; Bonamassa supera con creces a cualquier guitarrista que haya podido acompañar a Hart a lo largo de los años. Y ha habido unos pocos, desde Nichols hasta el mismísimo Jeff Beck. Y lo hace porque consigue que brillen los demás, la voz de Beth y lo mejor del mejor blues. Lullaby of the leaves y Why don’t you do right mantienen el espíritu de los dúos de estos dos artistas. Me encanta el aire canalla del Why don’t yo do right, con sus vientos y teclas, y con las ganas de chasquear los dedos, seguir el ritmo con los pies y, otra vez, pedir un whisky solo, dos dedos, sin hielo. Marchita de la buena en Saved, casi como si los Blues Brothers hubieran vuelto a bailar dando un paso hacia el público y otro hacia atrás, para que el público respondiera a la voz de Beth con las líneas de coro. Una vez más, Bonamassa se comporta como un genio capaz de ensalzar el sonido de la banda y meterse en unos solos de la más pura tradición country americana, ritmo rockabilly en la batería y en los vientos y mucha diversión. Sigue otra de mis favoritas de todos los tiempos; Sittin’ on top of the world. Debo reconocer que me cuesta ser objetivo con este tema en concreto. Me eduqué con las versiones de Howlin’ Wolf y Cream. Hart y Bonamassa están a la altura. Presentan una versión actualizada, casi una “remasterización” del espíritu verdadero de este tema. Resulta ligera, fácil de escuchar y francamente interesante en la mezcla de las guitarras con el Hammond, teclados y, una vez más, una magnífica sección de metal. Joy resulta hipnótica, en gran parte gracias al riff de Bonamassa, magníficamente respaldado por una simplemente genial línea de bajo. Me sonrío recordando al “Más sexy” y reconozoco que tarareo la letra del divertido tema de Coz en las partes instrumentales de este tema. El disco cierra con Soul on fire y Addicted, en los que la calidez de la voz y la guitarra dejan un dulce sabor de boca.

Bonamassahart

En resumen, creo que estamos frente a un disco de notable alto, un 8 en mi humilde escala. Creo que Bonamassa brilla con humildad, sacrificando virtuosismos y solos en favor del producto final. La instrumentación es muy equilibrada, geniales solos, el empleo del Hammond es simplemente genial y los coros suman a la bestial riqueza vocal de Hart. Es un disco que no defrauda, que se puede escuchar un millón de veces, regala momentos de serenos ritmos medios, virtuosismo en el equilibrio de fuerzas entre instrumentos y desgarradora fuerza en más de un rincón. Estoy preparado para el 10, con mención de honor, en el momento en que Hart y Bonamassa se decidan a componer y compensar sus discos de versiones con temas propios. Quién sabe. Desde luego, a los dos les sobra calidad para crear temas que pasen a la historia del mejor bluesrock.

Reseña de Miguel Castro

4 COMMENTS

  1. «I don’t need no doctor»; eso sí que es un pedazo de cover de Beth. Estoy contigo, Miguel, ojala saquen pronto un disco que no sea solo versiones.

  2. la verdad yo sigo estando no totalmente convencido de este album….le falto un poco de emotividad …y hay un par de canciones (joy…addicted) que son poquita cosa en mi modesta opinion….
    mientras en Why Don’t you do right echo de menos la sensualidad de beth (close to my fire es un ejemplo)…
    Pero bueno…sigue siendo un buen disco…aunque el peor hasta ahora de la pareja…pero buen disco…
    Si quieres dale un vistazo a mi pagina…sobre beth…
    https://www.facebook.com/BethHartItalianFanClub/

    • Gracias por tu página; me daré una vuelta.
      La furia, la sensualidad, la visceral libertad de Beth se matiza mucho en la combinación con Bonamassa y el resto de la banda. Supongo que es lo que tiene acercarse al lado de la técnica más ortodoxa y, por qué no decirlo, hacerse mayor. Le puede pasar a cualquiera. En cualquier caso, vuelvo a pedir nuevas composiciones de Beth Hart.
      Mira; voy a empezar la mañana con su «Hiding under water».

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