Review del álbum de Rashomon «IBARAKI» (2022)

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«Ibaraki» se presenta como un álbum repleto de interesantes historias para descubrir a través de la música de Rashomon

Queridos amantes del buen metal.

Han pasado varios meses desde mi última reseña y, si bien, he estado escuchando varias cosas, he decidido volver a escribir tras la sesión de varias escuchas de este disco que el pasado 6 de mayo veía la luz “Rashomon”. Rashomon es el primer álbum del cantante barítono y guitarrista Matthew Heafy, más conocido por ser integrante del grupo Trivium y también ex vocalista y ex guitarrista de la banda de death metal técnico Capharnaum, formada por el productor de los primeros álbumes de Trivium, Jason Suecof. Matt se unió a Trivium cuando sus actuales integrantes le vieron en un show de talentos en Florida versionando «Self Esteem» de la banda The Offspring; a partir de ahí empezaría a ser más conocido en el mundillo, gracias a esta banda de Metalcore que aunque se la tacha de muy comercial, no cabe duda que tiene un estilo propio que deja su impronta en este Rashomon.

Ya entrando en el asunto que nos atañe, decir que Rashomon se lanza como un proyecto en solitario del propio Matt y que ha decidido llamar IBARAKI. En un primer momento, originalmente, este proyecto iba a denominarse «MRITYU» pero posteriormente cambió a IBARAKI, el nombre de un demonio japonés tomado de una leyenda feudal. El álbum fue producido en colaboración con la leyenda del Black Metal, el noruego Ihsahn y a través de Nuclear Blast Records.

Rashomon, siendo uno de los álbumes de Black Metal más esperados según la revista Revolver, supone un punto de inflexión en la carrera de su principal protagonista, siendo un auténtico Tributo al estilo musical del que ha sido gran admirador durante gran parte de su vida. La amistad que Matthew ha desarrollado con Ihsahn, supuso asumirlo como mentor, productor y colaborador en la estructura musical de este disco, llegando a que se diera cuenta de que necesita ser fiel a sí mismo, lo que es mucho más importante que ser fiel a un género musical. Matt comenta en una entrevista que Ihsahn liberó su mente y le animó a afilar las herramientas que necesitaba para iniciar Ibaraki de forma correcta.

Este proyecto tiene una trayectoria de más de diez años, de hecho, en una entrevista comentan los protagonistas que las partes de guitarra grabadas son de 2010/2011, siendo el álbum una cápsula del tiempo y “kagatsuchi”, la primera canción que Matt escribió después de ser acompañado por Ihsahn, contando con la colaboración del bajista Paolo Gregoletto, compañero en Trivium. El disco está lleno de colaboraciones.  Está la del baterista de Trivium Alex Bent, el guitarrista Corey Beaulieu, que han contribuido en varias canciones, así como, la esposa del propio Ihsahn, Heidi o Nergal de Behemoth y Gerard Way, vocalista de The Chemical Romance.

En el álbum se narran historias del músico, del creador de cómics Gerard Way, con aventuras del escritor Anthony Bourdain. Es un reflejo de varias influencias de Matt por su identidad japonesa-estadounidense y que le dio consuelo en uno de los momentos más trágicos de su familia. Las letras de las canciones están basadas en su herencia japonesa, Matt es hijo de padre irlandés estadounidense y madre japonesa. Como se ha comentado en varias entrevistas, él nació en la ciudad de Iwakuni, Japón, y un año después se mudó con sus padres a Orlando, donde actualmente vive. 

Otro gran músico con herencia japonesa que ya ha ahondado en sus raíces es Michael Kenji Shinoda, miembro de Linkin Park, cuyo padre es japonés, mientras que su madre es rusa.  Mike con su trabajo en solitario Fort Minor y el disco del año 2005 The Rising Tied, también abordó su legado japonés en el título Kenji, donde cuenta la historia de la primera generación japonesa en Estados Unidos y como después del ataque japonés a Pearl Harbor, muchos japoneses incluidos sus ancestros, fueron llevados a un campo de concentración llamado Manzanar.

Esto nos indica, que son muchos los músicos que después de años, deciden hacer su propio tributo a sus raíces, canciones y discos que nos permiten conocer más de ellos.

Ya entrando en el álbum propiamente dicho, si bien, como se ha comentado, el género se puede encuadrar dentro del Black Metal, no cabe duda que hay mucho de Trivium en él, ya que también es progresivo en muchas partes, melódico otras, con composiciones muy largas, hay pistas de siete minutos, nueve minutos pero, eso sí, con una gran narrativa. Por ejemplo ‘Akumu‘, que se traduce como ‘pesadilla‘, es una pieza donde se anima al oyente a trabajar para encontrar sus propias interpretaciones de lo que sienten a partir de las letras, la música, y las imágenes perturbadoras de su vídeo musical.

Dice el propio Matt que siempre le ha fascinado la ‘transfiguración‘ de Oliver de Sagazan, y durante años ha querido rendir homenaje a sus obras con una pieza de arte escénica; poder finalmente sumergirse en su estilo fue una experiencia intensa para él.

El disco cuenta con 10 pistas:

1.HAKANAKI HITSUZEN
2.KAGUTSUCHI
3.IBARAKI-DŌJI
4.JIGOKU DAYU
5.TAMASHII NO HOUKAI
6.AKUMU
7.KOMOREBI 
8.RŌNIN
9.SUSANOO NO MIKOTO
10.KAIZOKU

HAKANAKI HITSUZEN

Es una introducción melódica de un minuto y medio de duración que abre el disco.

KAGUTSUCHI

Fue la primera composición de Matt junto con Ihsahn, es una pista de siete minutos y medio que junta partes melódicas, tranquilas y evocadoras junto con gritos desgarradores y guitarras estridentes. PUT ME CLOSER

IBARAKI-DŌJI

Otra pista larga de casi ocho minutos, siguen los gritos desgarradores junto con partes tranquilas de narrativa

JIGOKU DAYU

Pista de siete minutos cuarenta segundos, comienza con una melodía tranquila de guitarra que no durará mucho ya que Matt seguidamente da un recital de canto melódico, así estamos tres minutos hasta que comienzan los gritos desgarradores como gran contraste, sigue la pista con acordes rápidos para terminar con cierta melodía.

TAMASHII NO HOUKAI

Pista de seis minutazos, comienza con acordes rápidos y gritos desgarradores, parte melódica y termina como empieza.

AKUMU

Como ya se comentó, es una pieza donde se anima al oyente a trabajar para encontrar sus propias interpretaciones de lo que sienten a partir de las letras, la música, y las imágenes perturbadoras de su vídeo musical.

KOMOREBI

Otros seis minutazos de canción. El estilo es muy parecido al de las anteriores canciones, se alternan acordes tranquilos, melódicos, con acordes rápidos y voces elevadas.

RŌNIN

Mi canción favorita y nueve minutos y 13 segundos para disfrutar.

SUSANOO NO MIKOTO

Pista de siete minutos doce segundos que entremezcla estilos y narrativa.

KAIZOKU

Pista de casi tres minutos donde se da un cierre al disco, con una tonadilla al estilo cuento musical.

No cabe duda que el estilo del disco se desarrolla a través de todas sus canciones por lo que, animo al lector a descubrir esas historias, esas letras sobre el que se basa y que disfrute de su gran música.

Crítica de GUS TAVO

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"Ibaraki" se desarrolla a través de todas sus canciones por lo que, animo al lector a descubrir esas historias, esas letras sobre el que se basa y que disfrute de su gran música.Review del álbum de Rashomon "IBARAKI" (2022)