Black Rebel Motorcycle Club anuncia nuevo disco. Será ya para el próximo 2018 y el 12 de enero es la fecha elegida para darlo a conocer y que salga a la luz pública.
Tras Specter at the feast, publicado en 2013, y superar los problemas de salud de la baterista del trío, Wrong creatures es la nueva obra del grupo de San Francisco, que saldrá editado a través de su propio sello Abstract Dragon, con la producción de Nick Launay, responsable de varios trabajos de, entre otros, Nick Cave & The Bad Seeds o Yeah Yeah Yeahs.
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Como adelanto se ha lanzado Little thing gone wild,corte que acelera el característico pulso hermético de la formación californiana, en el que quedan patentes las huellas de su característico paso: el garaje tamizado de space rock y el blues rural, todo ello aderezado con una buena dosis de excitantes y aceleradores lisérgicos, llevando la voz cantante un bajo distorsionado y grueso, acompañado de una voz saturada de fuzz, una armónica a medio camino entre macarra y descarnada y un coro étnico que marca un estribilllo enloquecido.
Este grupo se formó en 1998, tomando su nombre de la pandilla de moteros de la película Salvaje, protagonizada por Marlon Brando en 1953. Peter Hayes y Robert Levon Been -hijo de Michael Been, miembro del grupo The Call- fueron sus socios fundadores, completando el combo el baterista Nick Jago, quien debido a sus problemas con el alcohol y las drogas -nada nuevo bajo el sol- fue reemplazado por Peter Salisbury durante la gira de 2004 y posteriormente por Leah Shapiro, que sigue en la formación titular a día de hoy.
Su primer trabajo fue el homónimo B.R.M.C., lanzado en abril de 2001, y en el que se apreciaban influencias de de Iggy Pop and The Stooges, Ramones, The Doors, Sex Pistols y bandas británicas ochenteras como Spacemen 3 y especialmente The Jesus & Mary Chain.
En su tercer disco, Howl, de 2005, experimentan ya con un nuevo sonido, el que hay reminiscencias blueseras pero también hay connotaciones folk, rock y hasta gospel, posiblemente influenciados en esta época por poetas de la generación beatnik, en especial por Allen Ginsberg, no en vano toma de una de sus obra el nombre que da título a su álbum.
Y es a partir de 2007, sobre todo con Baby 81 pero también en el resto de su producción posterior, cuando emerge en todo su esplendor el sonido que les caracteriza, colocando de nuevo a las guitarras en primer plano y devolviendo el protagonismo a un sonido potente y desgarrado.
Hay quien dice que Black Rebel Motorcycle Club son el resultado de meter en una batidora el descaro de los Stones, el punk desnudo de Ramones y la provocación de Iggy Pop. Puede ser, pero lo que queda claro es que su motor ruge con la furia de esas criaturas pesadas que ahora recrean.
