Como continuación de la crónica de Shiraz Lane os contamos lo vivido con Brother Firetribe en Madrid. Sala Caracol. 04 de noviembre 2017
Lo que pasó después de la actuación de Shiraz Lane con Brother Firetribe, tras el acicalado del escenario, por un pipa, tengo que comentarlo, de lo mejor que he visto, ¡qué dedicación!, ¡qué mimo y qué buen hacer!, fue distinto a lo que habíamos visto después, distinto no quiere decir peor, ¡ojo!, fue otra cosa, fue romántico, una historia de amor entre una banda, que no se esperaba, ni mucho menos, el recibimiento que tuvo, la sala estaba prácticamente llena, y de un público entregado desde su subida al escenario, había muchas ganas de verlos y poco más importaba.
Tras una intro que asemejaba un partido de tenis, os recordamos que el nombre surge de la traducción literal al inglés de un tenista finlandés llamado Veli Paloheimo, muy graciosa y distinta, subieron al escenario Hannes Pirila, batería, Jason Flinck, bajo, Tomppa Nikulainen, teclista, y Emppu Vuorinen, guitarra, para tocar Sunbound, la intro del último disco, y homónimo, de la banda. Justo cuando enlazaban con Help Is On The Way, le tocaba subir al escenario a Pekka Ansio Heino, el cantante, que ya con la primera bocanada de aire que expulsó se dio cuenta de que hoy ganaban, el público ya estaba entregado. De todas todas eso es bueno para todos, porque da tranquilidad a la banda y hace que todo fluya.
Tras una corta bienvenida y un gracias por venir, comienzan con Indelible Heroes, y con solo estos tres temas te das cuenta de que esto es otro rollo, no es mejor ni peor que lo que se ha visto antes: la ejecución está más trabajada, todo está más estudiado, es más pausado, esto es más AOR, y punto. Las teclas son muy buenas e inundan toda la sala, son maravillosas, las guitarras son tranquilas, sin estridencias, la batería, también magnífica, tiene mucha pegada, pero sin desentonar, el bajo, está ahí, de argamasa, el que une pero casi imperceptible, los coros, con ayuda, no nos vamos a engañar, pero en este rollo, cuando tocas en directo, pocos se animan a cantarlo todo o a no cantar nada (yo siempre soy del de cantarlo o no cantarlo, no llevar ayudas), y una voz, también sin estridencias, dulce, con cuerpo, y que Pekka sabe utilizar muy bien.
Tras Indelible Heroes, momento para descansar, lo harían a lo largo de la noche, se canta en tonos altos y hay que recuperar, se entiende, y hablar en esta ocasión de los quince años de la banda, que no se imaginaban llegar hasta aquí y que hicieron su primera canción entre cerveza y cerveza, esta canción es One Single Breath, de su primer disco, que sonó a continuación y que tuvo unos teclados y guitarras maravillosos. Aquí Pekka demostró, lo haría toda la noche, lo difícil que es cantar, y bien, en tonos tan altos, frases tan largas. ¡Meritazo!
Se fueron después con Heart Of The Matter, del nuevo disco, con la batería como un reloj, que el público cantó, iba bien preparado, para a continuación tocar For Better Or For Worse, del disco Diamond In The Firepit, y que pasó un poco desapercibida, la poca apuesta por temas de este disco, y que yo siempre he criticado, les da la razón y Shock, con esa cadencia tan ochentera que tiene y que los teclados y las voces tan bien saben plasmar.
[the_ad id=»7218″]
Tras enumerar, entre todos, los discos de la banda, se fueron a por Runaways, del segundo album, Heart Full Of Fire, con la gente encantada desde los primeros acordes de guitarra y teclas, y ayudando en las voces. Fue de lo mejor de la noche.
Tras Last Forever, que tuvo una introducción de Pekka en la que habló del tiempo, y Taste Of A Champion, que cantó mayormente el público llegamos al punto álgido del bolo, en el que sonaron los temas I´m On Fire, muy heavy, Big City Dream, con un gran esfuerzo vocal, ¡bravo Pekka!, Give Me Tonight, temazo de directo, como I´m On Fire, en el que el público se entrega, y Heart Full Of Fire, en el que para mi gusto se quedó deslucido por la gran ayuda artificial de los coros, pero que el público celebró, es diría yo, su tema más conocido.
Un breve descanso para hacer el único bis, I Am Rock, que fue más un fin de fiesta, terminaban la gira, que un tema “oficial” de un concierto, ya que subió Shiraz Lane a “tocar” con ellos.
Buen concierto de los otros finlandeses de la jornada, Brother Firetribe, hecho con cariño, cuidado y con clase. ¡Y que duren otros quince años, mínimo!
Rock On!
Texto y Fotos de Ape Navarro
No te pierdas nuestra crónica de la banda que acompañó a Brother Firetribe, Shiraz Lane
