IRON MAIDEN. Los Dioses del Heavy Metal en Madrid

Tremendo espectáculo el ofrecido por IRON MAIDEN el pasado 14 de julio en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid. No es que MAIDEN sean grandes, son ENORMES

Llegaba uno de los fines de semana más intensos del año en lo que a la escena musical se refiere en España. Por una lado el RESURRECTION FEST, por otro lado el controvertido MAD COOL y por último la visita de IRON MAIDEN al Wanda Metropolitano de Madrid dentro de su gira Legacy of The Beast.

Por esto último me decanté y sin duda NO ha sido un error, al contrario, ha sido un bolo antológico y todo gracias a una sola cosa, IRON MAIDEN. Una banda en estado de gracia y que lo dio absolutamente todo para meterse en el bolsillo las patatas de los 54000 asistentes.

Llegábamos todos con las típicas dudas de como sería el nuevo recinto, que tal el transporte, donde nos tomaríamos unas gordas para calentar el concierto… Dependiendo del medio elegido te iba a tocar darte un paseito con un sol de justicia, pero las caras no eran ni mucho menos de agobio. Todo el mundo iba a una fiesta, a la gran fiesta del Heavy Metal que sería comandada por una de las mejores, sino la mejor, banda de Heavy Metal de la historia.

Lo bueno y lo malo del Wanda Metropolitano

Una vez dentro la primera impresión es bastante buena, espacios grandes, acceso al menos para nosotros bastante ágil, buena distribución de pantallas y un montón de gente deseando disfrutar al 100 por 100.

La visibilidad del escenario desde la mayor parte del aforo era muy buena y se podía disfrutar con o sin agobios según lo que cada uno quisiera.

Después al irse uno metiendo en detalles no todo era tan bueno en el recinto. Colas interminables para la bebida o la comida, nada de mochila man en pista, los baños colocados en el centro de la pista rompían en parte la magia de la multitud…

Pero quizá lo peor de la noche era el sonido. Somos conscientes que gestionar es sonido en un estadio de estas características es muy complejo, pero creo que seguramente pagamos la novatada de ser los segundos en usar el Wanda como recinto de conciertos.

Nos desplazamos por distintos puntos de la pista, y en algunos el sonido era muy bueno, pero en otros, los rebotes, y los cambios de viento hacían estragos. En grada tres cuartos de lo mismo, dependía de la zona, pero en general el sonido era bastante regular.

Lo bueno y lo mejor de Iron Maiden

Estoy intentando controlar mis adjetivos para no parecer una fan descontrolado, pero joder… Son DIOSES y entre todos ellos forman un Olimpo inigualable:

• Bruce Dickinson. La energía , el carisma, la voz. Un conjunto de cualidades que parece incluso mejorar con los años. a sus 59 primaveras no para ni un minuto, y llega a todas las notas con total tranquilidad… Ríos de sudor y océanos de voz derrochados sin ningún tipo de reparo por el escenario.
• Steve Harris. El jefe, la ilusión, la pasión. Sigue disfrutando como un niño cada concierto y se le nota. Canta cada canción al viento mientras maneja con maestría las cuatro cuerdas y comanda la nave con sus pantalones cortos y camiseta de tirantes.
• Nicko McBrain. La personalidad, la pegada, el estilo. Puede no ser el mejor batería del mundo tal y como él reconoce, pero es único. Las baterías de MAIDEN suenan a Nicko y personalmente es uno de mis aporreadores preferidos. Estuvo como siempre perfecto a lo largo de todo el concierto oculto tras su inmensa batería.
• Dave Murray. La técnica, la velocidad, el metal. El sonido de su guitarra es el sonido del Heavy Metal y en el Wanda lo volvió a demostrar con esos riffs rápidos y machacones que tan bien sabe manejar.
• Adrian Smith. La clase, la sobriedad, la profesionalidad. Como siempre, el serio del grupo, empastando perfectamente en todo momento com Murray y dejando claro que es uno de los pilares importantes de esta banda.
• Janick Gers. La alegría, el cachondeo, la elasticidad. En su papel habitual de fiestero cachondo con zapatillas blancas, animando el escenario y dando ese toque de color que se agradece. ¡Y con 61 tacos como abre las piernas el tío!

¿Pues con estos mimbres que tenemos? Tenemos un cesto de Heavy Metal con mayúsculas, un derroche de energía que pese al defecto de sonido del recinto se metió en el interior de todos e hizo que los 54000 asistentes multigeneracionales disfrutaran, saltaran bailaran y corearon de principio a fin.

El concierto se divide en dos temáticas principales, la guerra y la religión. Como si de un músical de broadway se tratara, Bruce va cambiando de vestimenta a la par que el escenario se adecúa a cada tema.

Es difícil destacar temas concretos, pero quizá “2 Minutes to Midnight”, “The Clansman”, The Trooper”, “Hallowed Be Thy Name”. o la denostada “Fear of The Dark” pudieron estar a un nivel un poco más alto, pero es solo una opìnión. En general hablamos de 16 temas a cada cual mejor y cada cual mejor interpretado.

Hoy en día todos estamos aleccionados y sabemos que las bandas no se salen del guión ¡, pero tal era el punto de euforia que realmente creímos que después del “Run to the Hills” volverían para tocar un tema más… No fue así, pero igualmente nos fuimos todos silbando el “Allways Look on the Bright Side of Life» con la felicidad en la cara de un niño el día de Reyes.

Conclusiones sobre IRON MAIDEN en el Wanda Metropolitano de Madrid

Por el lado negativo tenemos el Wanda, con un sonido bastante mejorable y algunos defectos de organización no excesivamente graves,

Señores ponganse las pilas porque una banda como IRON MAIDEN, con el esfuerzo realizado y con los precios que tienen a día de hoy este tipo de eventos, no se puede permitir que todo quede deslucido por un sonido defectuoso. Y esto no es opinión mía… Solo hay que echarle un vistazo a las redes sociales.

Y por el lado positivo tenemos un concierto antológico, de los que uno no se puede perder, con una banda en un estado de forma sobrenatural, y con un bagaje que le permite montar un repertorio de estas características. Heavy Metal de la mejor calidad y para todos los públicos. UP THE IRONS!

Artículo de Oscar Ricoy