Crónica del GARAGE SOUND FESTIVAL de Madrid 2018

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Crónica de GLENN HUGHES en el Garage Sound Festival 2018

Como decía, me gustó el comienzo, y en general todo el bolo, fue muy intenso, con fuerza, y ese Hard Rock clásico, hoy era un día de eso, inundó todo el recinto, dejando la semilla para lo que vendría después…

Glenn hughes festival-2018-9

….que no sería otro que la leyenda Glenn Hughes que este año anda girando con un repertorio completo de temas de Deep Purple, no da ni una oportunidad a algún tema de su carrera en solitario o temas de algún otro proyecto, ¿por qué? pues yo tengo mi teoría, para decirle a Ritchie Blackmore, que como sabéis anda rememorando épocas mejores, ¡hey! ¡que estoy aquí! Pero bueno, son teorías de esas locas mías.

Todo comenzó con unas luces espectaculares y un sample que hablaba de Deep Purple, perdonad pero no entendí mucho de lo que decía, y acabó como con la presentación de los Purple de aquella época…”¡…al bajo, Glenn Hughes!”. Una presentación que me encantó.

Salió la voz del Rock al escenario, acompañado por tres musicazos, brutales, totalmente entregados a Purple, a le época y a su líder. Eran Søren Andersen, guitarrista, el teclista Jesper Bo Hansen y el batería, que no sabemos cuál era su nombre, me pareció oír Magnus, y que era prácticamente su segundo bolo, si no era literalmente el segundo.

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Todo fluyó, fue maravilloso, aunque corto, solo 9 temas. Ver a Glenn Hughes y a su banda tocar aquellos tan lejanos, y cercanos a la vez, temas, fue como estar en aquellos tiempos en los que todo empezaba. Temas llenos de matices, de fuerza, en lo que cada cosa era una novedad, y que te transportaban a otro mundo.

Temas como Stormbringer, pura fuerza y con uno de los riffs más famosos del rock, Might Just Take Your Life, con el Hammond siendo el protagonista, Sail Away, con otra guitarra grandiosa, Mistreated, que decir de ella que no se sepa, You Fool No One, soberbia la batería. Smoke On The Water, no por millones de veces escuchada, repudiada, al contrario. Georgia In My Mind, y Highway Star, que Hughes decidió dejar de tocar el bajo, y Burn, la canción.

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Todo esto coronado con una voz perfecta, joven, sí, joven, Glenn Hughes es eterno. Alcanza todos los registros, los que quiere, puede con todos, y eso que durante largos pasajes del concierto, Hughes no estaba cómodo, no oía bien, algo le pasaba. A pesar de las dificultades, fue de diez su actuación, tanto musicalmente, como de actitud. Magistral.

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