Para continuar con la sección de los álbumes que cumplen 30 años…llega uno que fue influencia de muchas bandas que les llevó a una evolución extremista hoy en día, DEATH.
DEATH en ese tiempo supo mezclar dos cosas que a la postre le otorgarían ese estatus de leyenda con los años: Agresividad y evolución.
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Repasar un álbum tan clásico podría ser insensible a la mente para algunos, especialmente si eres de esa época también. El miembro fundador Chuck Schuldiner, había armado una nueva alineación y mientras se recuperaba de su álbum debut «Scream Bloody Gore», que había salido a la calle el año anterior y que había tenido una buena acogida por su calidad a pesar de ser un debut, un nuevo sonido que sorprendió a los oyentes underground del Metal. Era primitivo, era en realidad parte de su encanto, sin mucho tecnicismo excesivo, confiando en una atmósfera malvada y una sólida composición de canciones. Pero como todo lo bueno tendríamos una evolución, algo mejor, esto es y fue «Leprosy».
Entre los integrantes para esta ocasión tenemos a Bill Andrews en la batería, nunca ganaría un premio por ser un excelente baterista, pero su profesionalidad no se duda. En el bajo se notaba mejoría, aunque sencillo y contundente, Terry Butler, se ajusta para este álbum, siguiendo los patrones de la percusión con precisión, y las guitarras duales que hizo Rick Rozz son increíbles, creando uno de los tonos de guitarra más pesados de ese periodo de tiempo. Un combo ideal para el líder de esta banda legendaria.
Entre la cruda brutalidad de su primera producción y los motivos intrincado de su futuro más sofisticado, tenemos una buena mezcla de riffs gloriosos tocados con maestría. Y las letras son un tema menor por ser un poco genérico y primitivo, son líricas decentes. ya sus ideas no venían de películas Gore, sino de la cruda realidad plasmada en los periódicos, ya no era la ficción de los muertos vivientes, sino el horror de los muertos reales.
El trabajo de producción de Dan Johnson y la ingeniería de Scott Burns generan un sonido que es refinado y aún completamente vil en su tono sin ignorar que se gestó en el mítico estudio Morrisound de Tampa, Florida. Saliendo a la venta el 16 de Noviembre de 1988, bajo el sello COMBAT Records.
Pero entremos de lleno en el disco, la primera canción «Leprosy»; posee un ritmo lúgubre inicia la presentación de este grupo de virtuosos músicos, con riffs acompasados en donde las escalas de las guitarras afinadas en la mejor muestra de Death Metal , se acompañan de una batería exacta sin olvidar el bajo que rellena los espacios sueltos; «Born Dead», ritmo clásico de lo que marcaría a este género, la entonación antes del coro es estupenda y los solos no pueden estar mejor bordados, para hacer un headbanding con ritmo; «Forgotten Past», lección de estilo , la afinación es estupenda por la continuidad que le da a la melodía las transiciones y progresiones pasan de rápido a más rápido en un chasquido;
«Left To Die» , iniciar con un solo de guitarra crudas que despliega después el desarrollo de la canción era la marca de DEATH, si somos buenos escuchas y la diseccionamos melodiosamente, es un disfrute único , hasta un seco grito de Mr. Schuldiner encaja bien, absurdamente brutal ; «Pull The Plug», juega más con el ritmo intercambiable que con la velocidad sin control, un ligero desaceleramiento que da paso a la percusión devastadora, con los tonos de guitarras refinadas cíclicamente que abarcan como una sombra toda la canción; «Open Casket», casi tema gemelo al anterior pero con más impactó, las pausas rítmicas unidas a las voces son tremendas y con la guitarra cerrando fila es para hacer un mosh pit interminable; «Primitive Ways», sin dar respiro éste tema es la muestra de la combustión de esta producción, más leña para la hoguera, más escuela para aprender, muy bruta pero menos desarrollada ; «Choken On It», con un esquema pseudo-progresivo que se muestra al inicio y continua como un ciclo interminable, la secuencia pasa de lo acompasado con los agudos de un bajo a la efervescencia de las guitarras con un coro desgarrador, demostrando que para éstos sonidos extremos la vieja escuela dio unas buenas bases, sin desperdicio hasta el último acorde.
Darle crédito a DEATH, con «Leprosy», es desde luego el comienzo la progresión musical de este género. Composiciones más largas y giros y giros más laberínticos, explorando cambio de tiempos frecuentes y fantásticos solos para obtener resultados asombrosos. Las canciones son impulsadas por lo que creo que son algunos de los mejores valores de producción que haya tenido DEATH. Todavía estaban buscando su equilibrio, pero realmente es impresionante por su sonido cohesivo, con un trabajo de producción deliciosamente malvado y la composición cada vez más sofisticada. Se superaron con los siguientes discos, sin dudarlo, mostrando lo consistente que era la música de Mr Chuck Schuldiner y lo crucial que fue su legado para la evolución del Metal Extremo.
Se me olvidaba, su portada, obra de Ed Repka, artista de confianza para la banda, pero es sobre todo que dejó huella con esa imagen que es ahora un icono, un epígrafe , una leyenda.
P.D.: Es menester añadir que, hasta ese momento, el protagonismo recaía en los riffs de la guitarra, pero la manera que Scott Burns ingenió para resaltar el trabajo del baterista, en especial del doble bombo, fue un factor fundamental que atrajo la atención de un número considerable de bandas de Death Metal, que vieron en ese nuevo sonido y producción un modelo a seguir, iniciando la peregrinación a Morrisound en años posteriores. «Leprosy» es un álbum que ha resistido la prueba y la fermentación que trae consigo el pasar de los años.
Artículo de Pepe Cortez