DEICIDE presenta su último álbum «Banished By Sin» rebosando polémica y rarezas técnicas que lo convierten en una obra verdaderamente singular
Conforme pasa el tiempo, que nada perdona, las obras de arte se hacen mejores y los artistas que las crean se ganan ese pundonor por su trabajo. Si están llenas de polémica, esto conlleva a más expectación, lo que resulta en un mayor debate generado en torno a ellas, como ocurre con el disco «Banished By Sin» de la banda DEICIDE.
Muy pocas bandas han tenido el atractivo o encanto para capturar la iniciativa u opinión de la gente hasta tal punto de cuestionar los principios de algo, como puede ser la religión. Llegamos a su disco número 13, donde los de Tampa, Florida, continúan inclementes, como cuando surgieron en escena hace unas tres décadas. Decir que son Death Metal Satánico, creo que es un halago para ellos. Han mantenido esta reputación por su intransigencia e irreverencia en su proceder artístico, porque lo son sin cuestionarlo, incluso sufriendo cambios en sus miembros, que se han integrado muy bien, aportando las apreciaciones indispensables para formar parte de DEICIDE.
En su historia de composiciones, han dotado al mundo del Metal Extremo de temas polifacéticos y eternos, que se conservan y han inspirado a otros, incluyendo bandas que siguen siendo relevantes en la actualidad.
DEICIDE para esta ocasión está formado por el quimérico y proverbial Glenn Benton, en las voces y el bajo, Steve Asheim, también fundador de la banda en la batería, y en las guitarras, Taylor Nordberg, que debuta y ha militado en bandas como INHUMAN CONDITION y RIBSPREADER. Y reiterando nuevamente en las seis cuerdas, Kevin Quirion. Con el colectivo del reniego y ultraje por lo sacro en su tendencia de éxito creativa, son ya parte de este género tan atentado e implacable. Lo profano es lo suyo, y algunos de sus álbumes son obligatorios para quien desee conocer este tipo de arte envilecido y sacrílego.
«Banished By Sin» para nada es árido, es muy claro en su contingencia, porque sus doce temas, que no llegan a la hora de duración, tienen la mezcla instrumental en un primer plano sin agravios, con el sonido al que nos tiene acostumbrados. Recordemos que la cabeza de esta bestia continúa engendrando pistas para algunos censurables con ciertos altercados, como el que provoca su portada, creada por cierta Inteligencia Artificial, según lo declarado por el grupo, pero no es más que una deliberación para aumentar todas las opiniones o dictámenes que nutren esta corriente o rebelión denominada DEICIDE. Sinceramente, poca importancia le he dado. Me quedo con la nueva música que nos traen, notable en el ánimo de su contenido cargado de vibraciones óptimas para su Death Metal tradicional, que poco fluctúa en su composición.
Esta nueva producción fue realizada por la banda en los estudios SMOKE & MIRRORS en Spring Hill, Florida, con el respaldo del sello REIGNING PHOENIX MUSIC, que es una división de la discográfica alemana ATOMIC FIRE RECORDS.
Su decimotercer disco posee indómitas inestabilidades en los ritmos en conjunto y en las disociaciones de sus instrumentos, con una mezcla densa y coherente, permitiendo el protagonismo cuando es debido, ya sea en las voces de Mr. Benton o en los riffs de las cuerdas agudas o graves, o en las sacudidas de los tambores.
Atribuyendo a la organización de los temas cierta conjetura o vaticinio que permite una escucha más tratable en su severidad. Esto da inicio con «From Unknown Heights You Shall Fall», un inicio devastador que demuestra que la banda suena increíble. Los riffs de ambas guitarras encajan como siempre, la voz de Mr. Benton con esa dualidad atemoriza y amedrenta como invariablemente lo ha hecho en anteriores trabajos.
El video, con una censura por sus imágenes, es lo que la banda siempre ha pregonado. «Doomed To Die», Mr. Asheim en su batería es un artista de la percusión, los tempos los lleva de una manera portentosa. Quien dude de su capacidad que no continúe escuchando este disco. El estilo de DEICIDE es estable con los ritmos que provocan automáticamente un headbanging y los solos de las guitarras son un punto diferente en su Música Extrema.
«Sever The Tongue», uno de los sencillos del disco, posee un comienzo potente con los graves del bajo de Mr. Benton marcando la armonía abrumadora en donde la celeridad se adapta en forma de trance. La parte visual es ofensiva y hasta cruel por esas imágenes propias de la banda que siempre ha sido un agravio o injuria para los más recatados, pero por esto y más me gusta esta banda.
«Faithless», con tintes de Thrash Metal, este corte es pura velocidad. La capacidad de las cuerdas de Mr. Nordberg y Mr. Quirion son destacables. En esta, como en el resto de canciones, los acordes son compactos, apiñados excelentemente para dejar espacio para los solos correctos.
«Bury The Cross…With Your Christ», estrenado las pasadas navidades, de ahí las imágenes del video promocional, en donde dan cabida a todo lo insolente y vejatorio que se desee apreciar e interpretar. Insisto que DEICIDE es estas imágenes y música con un potencial espeluznante e imponente en su género. Los ritmos son impetuosos con la dualidad de las voces que provocan ese pánico y asombro en iguales medidas.
«Woke From God», parte de un riff de guitarra de Mr. Asheim con inspiraciones de acordes audaces y simples de Black Metal, con pausas y aceleraciones. Es sencilla y efectiva. En la lírica se nota la connotación de Mr. Benton, que despierta ante lo habitual y cansino que pueden ser las directrices estrechas religiosas, que como el cantante han cambiado la perspectiva de razonarlas y escrutarlas, pero la banda siempre ha tenido como adversario o contrario a la dogma de fe Cristiana, pero recordemos que esto también es arte hecho Heavy Metal o específicamente Death, Black Metal.
«Ritual Defied», imposible que se nos venga a la memoria las primeras canciones que disfrutamos de la banda Estadounidense, con los compases bizarros en una afinación muy propia demostrando la alta capacidad de estos músicos y eso que de esa época solo quedan dos en la formación, pero en la parte de las seis cuerdas lo hacen fenomenal y por supuesto sin abusar del tiempo de la canción que ronda un poco más de tres minutos.
«Failures Of Your Dying Lord», el mejor ejemplo de Metal Extremo es esta nueva producción, porque en cada corte han incorporado lo que mejor hace esta banda: intensidad y exceso en los compases de las canciones, no bajan el acelerador para nada, destacable como apresuran los acordes con una calidad portentosa que se acopla a los solos de guitarra con pericia.
«Banished By Sin», el título homónimo en la canción es notoriedad pura por su procedimiento de ejecutarla, acarician la perversidad y vileza hecha polifonía de Metal, arte Extremo, las distorsiones en las articulaciones instrumental es simplemente magnífica.
«A Trinity Of None», en palabras de su líder y cantante: «Todas nuestras canciones son como la cuenta atrás desde la Santísima Trinidad hasta la nada, hasta la aniquilación de todo esto, nuestra determinación es tocar con toda la fuerza posible sin miedo ante nada», lo dejan demostrado con este corte nuevamente de acompañamiento clásico en su estilo, las dobles voces, la percusión a todo lo que da y la constante afinación de las cuerdas que ejecutan los riffs desnucadores para los oyentes.
«I Am I…A Curse Of Death», sin espacio para tomar aire, continúa la escabechina de DEICIDE, el parafraseo de Mr. Benton es un sermoneo amonestador, con la base instrumental de una magnitud y potencia repentina, le da espacio hasta para soltar una carcajada sarcástica entre un acorde de las guitarras cargado de una siniestra sensibilidad.
«The Light Defeated», el final de un disco de DEICIDE es así: sin piedad ni clemencia, el espacio para disfrutar de los graves del bajo es placentero en conjunto con toda la musicalidad, que es una anarquía exquisita, sin perder el desafío a lo íntegro y decoroso. Merece la pena escucharlo nuevamente desde el principio para que el reflejo irreverente me recuerde que a veces estar en contra de estos fundamentos es solo parte de un sentimiento de mi existencia.
En el firmamento del Metal Extremo, las bandas van y vienen con el cambio de épocas en el tiempo, pero las preferidas poseen un auténtico estilo de irritación y una recia conducta a veces anómala para transigir y transfigurarse en los elementos elementales de los subgéneros que resultan además de una preponderancia e influencia categórica, esto es DEICIDE en la actualidad.
En esta sociedad existen aún figuras o patrones fervorosos que se incomodan con cada disco de DEICIDE, pero hay también caracteres o individuos consecuentes y escrupulosos a su talento, porque ante todo estamos seguros de que estos excesos los contrastamos con nuestros hechos, por algo a los que nos gusta el Metal nos tildan de simpáticos y amables. Porque en «Banished By Sin» tenemos antagonismos que deleitan la resurrección de la banda, porque nunca ha desfallecido. El disco posee la cadencia de compases que son el componente íntegro que lo dispara a ser un éxito.
DEICIDE es determinante y seguro de su andar, conoce bien el camino y lo recorre como desea, lo respalda el tiempo que poseen de estar en escena junto a la apreciación de que suenan bien, son respaldados y no decepcionan a sus seguidores y detractores. Con «Banished By Sin», muestran su veteranía, vigilando su sonido articulado amenazador y perverso, pero fundamentalmente dejando aguerrirse sus planteamientos según sus obligaciones e imposiciones para consumar lo que ellos desean. Han existido durante tanto tiempo sorprendiéndonos y manteniendo su impulso bizarro, que DEICIDE continúa siendo superior para todos, manteniéndose en la dificultad de lo prescrito o repetitivo, existe la oposición y enfrentamiento, su sustento e incitación invariable e imperecedera. Por algo siempre son un reclamo, «Banished By Sin» posee su simpatía, su perturbación como sus discos previos. ¡Hail DEICIDE!
Crítica de Pepe Cortez