Seguimos con nuestras reviews de clásicos que cumplen 30 años llegando a este álbum que es en realidad una joya olvidada, el «MALLEUS MALEFICARIUM» de PESTIILENCE.
El debate en cuanto a la importancia histórica de los primeros profesionales en la escena del Death Metal, es amplia dando bastante para entretenerse y explayarse. Sin embargo, donde el género realmente comenzó a manifestarse fue en el año crucial de 1988 y posteriormente, en 1989, cuando una gran cantidad de bandas que surgieron se consagraron, mutaron, desaparecieron o todavía existen como la banda que abordamos esta vez. Estos holandeses adelantados a su tiempo, se manifestaron en una época en donde estaban asomando geniales bandas y otras consolidándose en éste mundo musical. Señoras y Señores con vosotros PESTILENCE y su primer larga duración, su estreno de presentación: » Malleus Maleficarium», un debut intransigente y frenético, ilusionante y desafiante como suelen ser los inicios. Amparados por la discográfica tambien holandesa Roadrunner Records.
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Patrick Mameli (Guitarra y Bajo), Randy Meinhard (Guitarra), Martin Van Drunen (Voz), Marco Foddis (Batería) y Kalle Trapp (Teclados en «Osculum Infame») además de ser el productor, nos dan velocidad y agresividad técnica que me recuerdan un poco a » Reign In Blood «, con todo respeto, porque las canciones están distintamente mejor compuestas y realizadas, en lugar de lanzar un montón de riffs y ponerlos a velocidades que nadie puede seguir, PESTILENCE opta por algo un poco más compuesto y refinado, pero sin perder esa ventaja agresiva que le gusta a la gente, ofrecen odio, misantropía, problemas sociales y metafóricamente como profetas del día del juicio final entonan y ofrecen éstos diez temas brutales que hacen que valga la pena escuchar este disco. No estoy seguro si es porque querían ser lanzados con la escena del Trash, que creo que era más popular que el Death Metal en ese momento o simplemente querían reconstruir y comenzar de nuevo. «Malleus Maleficarium» no se parece en nada a sus trabajos de demostración previa, sus EP «The Penance» y » Dysentery» ya que esta vez utilizan una afinación más alta, en cuanto a la guitarra, estándar en realidad y un estilo vocal más amplio técnicamente, mostrando la capacidad de adaptarse e incluso acondicionarse a su entorno con este álbum verdaderamente visceral que era fiel a sí mismo.
Esto da inicio con, «Malleus Maleficarium / Antropomorphia», con toda la banda afinada en un sonido Thrash-Death, o hasta Speed para quien lo quiera así, riffs brillantes en la técnica aplicada; «Parricide», con acordes entrelazados en un bajo que hace de columna vertebral para el desarrollo de la canción, todo la instrumentalización está ajustada llega la voz para conseguir la tonalidad esperada, los solos de guitarra los puede envidiar cualquier grupos de la época, propia para los mosh-pit;
«Subordinate To The Domination»,con designados riffs » fractura cervicales » con la característica de que nunca se escuchan los mismos, reutilizados parece pero no repetidos; «Extreme Unction», sin una nota fuera de lugar, corta en tiempo pero letal, una acrobacia de elementos aparejados con pura adrenalina; «Commandments», con una parte acústica que se convertirá luego en acordes intensos que van desplegando la canción magistralmente; «Chemo Therapy», toda la destreza propuesta es poca si combinamos todos los instrumentos ejecutados en esta melodía, con un solo ralentizado lentamente hacia el final de la canción la hace muy peculiar; «Bacterial Surgery», cambios de tiempo en su confección que mantienen el nivel y un estribillo devastador con un final bien articulado; «Cycle Of Existence»,compleja y aplastante de grandes fragmentos simples pero rotundos; «Osculum Infame», de corte instrumental casi futurista para su época, ofreciendo un ambiente sombrío de reseña básica del género aun cuando el Death Metal iniciaba, será la antesala de la última canción; «Systematic Instruction», colofón del álbum, dando la prueba definitiva de que todas las canciones cuentan en un disco. Nada demasiado complejo, pero aplastante, con posiblemente una de las mejores actuaciones vocales en un álbum de este patrón.
No hay escusas para que » Malleus Maleficarium « se tan ignorado como lo es. Con los géneros Thrash y Death Metal en pleno apogeo en esos años, el trabajo de PESTILENCE ha sido objeto de un gran escrutinio ya que cientos, si no miles, de acólitos hambrientos absorben su discografía para descubrir cómo trasplantar la magia a sus propias creaciones. Pocas cosas pueden superar al original y esta es una grabación honesta que rompió el paso al otro lado, ése otro lado fue el Death Metal y hasta suena entrañable incluso ahora en una era de técnicas de grabación de sonido mucho más avanzadas. Hasta sería atrevido encajarlo en Speed Metal por sus características al ser acelerado y altamente refinado que se extiende a ambos lados, pero con un sentido emergente pero competente en dinámica, melodía, desarrollo y recapitulación de temas de un estilo propio.
Es simplemente un fantástico álbum de la época Thrash que impresiona por su legitimidad al escucharlo. No son SLAYER, no son METALLICA, no son MEGADETH, ni siquiera el todopoderoso movimiento, sin desenvolver en esos años del Death sueco, Ingles o finlandés, que surgiría bastante años después, produjo algo tan profesional e increíble, casi esencial. Un equilibrio preciso entre tecnicismo, dramatismo y caos, dando a la música esa sensación de que el mejor Metal Extremo de la vieja escuela tenía una sensación muy poco común, plenamente una producción importante, tanto para su tiempo como para ahora.
Finalizo destacando que es un álbum estimulante y de gran profundidad simbólica, es inflexible y valeroso que tabicaría con éxito la brecha entre la velocidad del Metal y el Death Metal y revela el antecesor de este último género, no solo es dramático en sí mismo, sino que se alza como un documento histórico interesante que no debería ser pasado por alto.