Crítica del álbum “El Azogue” de MAREA.

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Repasamos hoy el álbum «El Azogue» de Marea y aprovechamos para conocer un poco mejor a la banda de Berriozar

Año 1997. Kutxi Romero, tras haber formado parte de otras bandas nacionales de punk, decide formar su propia banda contactando para ello con Alén Ayerdi (batería de la banda), Edu Beaumont más conocido como “el piñas” (bajista), César Ramallo (guitarrista) y David Díaz alias “el Kolibrí”. Los cinco formaron la banda “La Patera” que, al ya existir un grupo con ese nombre tan… original, se renombraron como Marea. Ninguno de los cinco ha abandonado la banda o han sido sustituidos jamás.

Marea banda

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Con discos tan potentes y tan influyentes en el mundo del rock español como “La patera”, “Revolcón”, “Besos de perro” o “En mi hambre mando yo” consiguieron un huequito en los corazones de miles de personas en todo el mundo (¡Tienen fan hasta en países ingleses!) que fue llenado tanto por el alma que Kutxi puso en la composición de cada una de las canciones, como por los impresionantes riffs y solos que magnifican las guitarras de la banda. No es de extrañar que el quinteto haya logrado llenar salas de conciertos, estadios y los oídos de todas aquellas personas amantes del buen rock and roll.

Sacaron 6 álbumes de estudio, tres discos recopilatorios y un álbum en directo y se embarcaron en largas giras entre el 1997 y el 2011, año en el cual deciden tomarse un largo descanso que no verá fin hasta 2019 cuando la banda anuncia tanto su regreso a los escenarios (no sabéis bien todo lo que dieron de hablar) como la publicación de otro disco, el último hasta la fecha: “El azogue”, álbum que voy a analizar a continuación.

“El azogue”, temazo tras temazo

Este disco comienza con un rayo de sol en medio de un gélido invierno, “En las Encías” dota a cada uno de los fans de los de Berriozar un chute de adrenalina con el que poder afrontar este pedazo de álbum que tenemos en nuestras manos. Con una introducción en la que ambas guitarras desatan toda su furia para terminar en uno de los riffs más atractivos del CD, este primer tema se convirtió en el primer sencillo que sacaron para romper su silencio musical y cuyo videoclip (para el cual contaron con el boxeador Poli Díaz) ya puedes ver en YouTube.

Continuamos con “Un hierro sin domar”, la canción más corta del álbum de las que canta Kutxi. Gracias a una consistente batería en el comienzo del tema y a partir de un estribillo en el que la banda echa los frenos y reduce considerablemente la velocidad de la canción, no hay ningún fan que se resista a bailarla.

“Muchas lanzas” es el nombre que recibe el tercer tema en el cual la voz de Kutxi brilla casi tanto como el bajo del piñas que consigue destacar por completo en el verso de esta gran canción. Con un interludio en el minuto 3 que consigue que sus fans se dejen la garganta en cada concierto, deja el listón muy alto para las siguientes canciones.

“Jindama” es, sin lugar a dudas, la canción favorita de los fans del azogue. Cuenta con una introducción en la que se van sobreponiendo cada una de las partes del cuarteto musical (guitarras, bajo y batería) hasta que cuajan y las podemos escuchar al unísono tras un pequeño silencio. Un claro homenaje a Rosendo y Robe (de Extremoduro) en aquel verso que dice: “la ciencia llegó de Plasencia y de Carabanchel”. Este tema es el protagonista del videoclip en directo que grabaron en La Caja Mágica de Madrid:

El siguiente tema es “La noche de viernes santo”, uno de los más emotivos del álbum. Tanto es así que el propio Kutxi ha admitido en repetidas ocasiones durante la gira tener un nudo en la garganta al interpretarla. Lo que es seguro es que el cantante escupió su alma en cada verso de esta preciosa canción.

En “Ocho mares” tenemos el claro ejemplo de un poema hecho canción. A través de múltiples metáforas y comparaciones, que ya son seña de identidad de Marea, logran componer una gran canción que nada tiene que envidiar con las anteriores. Cuenta además con uno de los mejores solos del disco. Aunque claro, para apreciarlo, debes escucharla por ti mismo.

“La copla del precipicio” es, bajo mi punto de vista, la mejor canción del azogue. Una pena que no podamos disfrutar de este temazo en directo, pues es la única canción del disco que no se interpreta en directo. En ella, Kutxi logra poner todo el sentimiento que su alma le permite en ese mágico estribillo que pone la piel de gallina a cualquier fan descontrolado de Marea como nosotros. Además, guitarras y bajo logran hacer tal acto de presencia que el conjunto mismo la convierten en una obra maestra.

“El temblor” fue el segundo single publicado del azogue. Quizás el tema más cañero del disco que, por supuesto, hace vibrar a todos sus fans con esta gran canción capaz de hacernos temblar al son de su sonido más próximo a aquellas antiguas obras maestras como “El perro verde” o “Que se joda el viento”. Os dejo a continuación su videoclip:

El tramo final de este disco viene encabezado por “Pájaros viejos” con la que paramos por completo el ritmo desenfrenado del que habíamos estado disfrutado para deleitarnos con el tema más sentimental, el más próximo de una balada. Y es que está dedicada al padre de Colibrí Díaz, el cual falleció y sirvió de inspiración para esta canción (que en paz descanse).

Para poner el broche final a este disco, disfrutamos de “Pecadores”. Como en todos sus trabajos, Marea suele contar con la voz de “el piñas” en, al menos, una canción. Este fue el tema elegido para que sea interpretado por él. Así que la letra fue compuesta por Kutxi especialmente para el bajista ya que, sin él a la voz, este tema habría tenido un rollo completamente distinto. Pese a ser la canción más corta del álbum, nos deja ese punto final con el que no sólo queremos un nuevo disco pronto, sino que también queremos comprar entradas para verles defender este gran trabajo en directo como sólo ellos saben.

Un disco imprescindible.

Y así, tras diez canciones, los de Berriozar han vuelto a confirmar algo que todos sus fans sabíamos ya de sobra, que los Marea tienen caña para continuar muchos años más. Y es que, a pesar de las muchas veces que hemos oído al gran Kutxi afirmar que ésta será la última vez que les veamos juntos, están en plena forma y recién descansados después de ese parón.

Sea como fuere, en este álbum han vuelto a lograr consolidarse como una de las mejores bandas de rock del panorama nacional. Quizás la única pega que podemos ponerle es la escasa duración del mismo, pues apenas supera la media hora. También echamos en falta esas colaboraciones tales como Evaristo Páramos (de La Polla Records) o Roberto Iniesta (más conocido como Robe, de Extremoduro) a las que nos tenían acostumbrados y de las que, en este disco, no hemos podido disfrutar.

De todas formas, un disco completamente recomendado para todos esos fans del rock más puro español, que no se sentirán defraudados por los de Berriozar. ¡Que suba la marea!

David Medrano

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